Honduras Como Estado Independiente
Como Honduras buscaba adquirir un nuevo estatus postcolonial, era imperativo que se reorganizara tanto a nivel político como administrativo. De este modo, el 20 de febrero de 1825, en Comayagua, se juró acatar la constitución federal. Para Honduras, la etapa de la federación resultó sumamente problemática, con rivalidades locales y disputas ideológicas que generaron caos político y estancamiento económico.
Aprovechándose de la situación caótica, los británicos lograron recobrar su control sobre las Islas de la Bahía. Ante esto, Honduras no tardó en separarse formalmente de la federación en cuanto se sintió en libertad de hacerlo.
Dionisio de Herrera asumió como el primer jefe de estado, sirviendo del 16 de septiembre de 1824 al 10 de mayo de 1827. Enfrentó la intervención del presidente federal Manuel José Arce, quien envió tropas que sitiaron y prendieron fuego a Comayagua, apresando a Herrera y remitiéndolo a Guatemala. Fue así como comenzó la primera guerra, marcando la entrada en escena de Francisco Morazán, designado ministro general por Herrera.
Honduras experimentó un periodo independiente en el siglo XIX, caracterizado por la predominancia de los cultivos de subsistencia, como cueros, tabaco, ganado y artesanías, comercializados en países vecinos como Belice, Cuba y el reducido mercado interno. La explotación de maderas preciosas, así como la extracción de plata y oro, generaron ingresos locales y fiscales, estimulando el desarrollo comercial en ciertas regiones en momentos específicos.
La política de la época estuvo marcada por la intervención de los gobiernos vecinos, la falta de un sentido de nacionalidad, la debilidad administrativa del poder central, la influencia británica sobre las Islas de la Bahía y la Mosquitia, así como las guerras civiles con apoyo de Guatemala y El Salvador.
A finales del siglo XIX y principios del XX, los liberales, liderados por Marco Aurelio Soto desde 1876, dominaron Honduras, centrándose en modernizar el país y aumentar sus exportaciones. La transferencia de la capital de Comayagua a Tegucigalpa en 1880 reflejó el triunfo liberal y el interés renovado en la minería para atraer inversión extranjera. A pesar de la prominencia de las compañías mineras estadounidenses, Honduras continuó siendo el país menos desarrollado de Centroamérica.
En la primera mitad del siglo XX, compañías frutícolas estadounidenses como United Fruit, Standard y Cuyamel convirtieron rápidamente al banano en la principal exportación. Aunque las exportaciones aumentaron y San Pedro Sula se convirtió en el principal centro de población de la llanura caribeña de Centroamérica, la mayoría de los beneficios quedaron en manos de las compañías, dejando gran parte del país poco poblado y con alto índice de analfabetismo.
