La gallina: características, alimentación, origen y crianza ( Gallus gallus domesticus )

La hembra del gallo se conoce como gallina, y se distingue por su menor tamaño y la ausencia de espolones en sus patas, así como por tener una cresta más pequeña. Según el naturalista británico Charles Darwin, la gallina doméstica se deriva del gallo bankiva, que es una especie salvaje. Aunque se crían en todo el mundo en la actualidad, es probable que hayan surgido en alguna parte del Sureste asiático. Los científicos han especulado sobre su posible parentesco con el gallo bankiva, que se encuentra en algunas regiones de la India. En la actualidad, se han desarrollado muchas variedades con fines específicos, como la producción de carne y huevos, así como para su uso como animales ornamentales.

Introducción

En España, los pollos y los pollos tomateros son los nombres dados a los gallos y gallinas jóvenes. En las granjas avícolas, los machos son conocidos como gallos y las hembras, especialmente las mayores de un año, como gallinas. Los machos castrados son llamados capones. Al igual que otras especies relacionadas como el pavo, faisán y codorniz, las gallinas están adaptadas para vivir en el suelo donde encuentran su alimento natural, como gusanos, insectos, semillas y vegetación.

La Gallina (Gallus gallus domesticus) es una subespecie domesticada de la especie Gallus gallus, una ave galliforme de la familia Phasianidae originaria del sudeste asiático. Los nombres comunes para esta ave son: gallo, para los machos; gallina, para las hembras, y pollo, para los jóvenes. Es la ave más común en el planeta, con una población que supera los dieciséis mil millones de ejemplares. Los pollos y gallinas se crían principalmente por su carne y huevos, y sus plumas también son aprovechadas. Algunas variedades se crían y entrenan para su uso en peleas de gallos y como aves decorativas. Es omnívora. La esperanza de vida varía entre cinco y diez años, dependiendo de la raza.

Características de la gallina

En general, las patas de la gallina tienen cuatro dedos, aunque la variedad británica Dorking es una excepción a esto. Las patas están diseñadas para arañar el suelo. Debido a su cuerpo grande y pesado, así como a sus alas cortas, la mayoría de las variedades no son capaces de volar grandes distancias, sino solo a cortas distancias. El buche es grande y la molleja es muy musculosa. Ambos sexos tienen adornos en la cabeza, con carnosidades a ambos lados del pico y una cresta carnosa y desnuda. La cresta es más prominente en los machos y varía en forma según la raza y variedad.

La cresta característica de la gallina puede ser simple, terminando en picos y de un tamaño determinado, y puede estar erecta o caída. Hay variaciones en la cresta de diferentes razas de gallinas: en una de ellas, tres filas de tubérculos convergen en un punto orientado hacia atrás. La cresta del Brahma tiene tres protuberancias de pico bajo, mientras que la cresta en forma de hoja de la Houdan francesa tiene dos protuberancias transversales en la cabeza. La gallina malaya tiene una cresta en forma de fresa, que es una pequeña protuberancia redondeada y nodular cerca de los ojos. Las gallinas La-Flèche tienen una cresta en forma de V que sugiere la presencia de dos pequeños cuernos. El color del plumaje de las gallinas varía según la raza, pudiendo ser blanco, gris, amarillo, azul, rojo, castaño y negro.

En cuanto a su tamaño y constitución, existen amplias diferencias entre las distintas razas. Por ejemplo, el gallo Brahma puede pesar hasta 5 kg, mientras que su versión miniatura, el Bantam, pesa alrededor de 570 gramos. Aunque los miembros de la misma raza tienen una apariencia similar, las diversas variedades se diferencian por detalles menores, como la forma de la cresta, el color y las marcas. A menudo, se usa el término "clase" para referirse a un grupo de razas que se han desarrollado en un país en particular.

Las gallinas son animales diurnos, lo que significa que están activas durante el día. Además, son animales sociales y polígamos. Los gallos de razas de pelea son conocidos por su valentía y agresividad hacia sus oponentes. La alta tasa de reproducción de la especie es importante debido a que tanto sus huevos como su carne son valiosos como fuente de alimento. Normalmente, las gallinas ponen sus huevos en el suelo, generalmente entre la hierba alta o el follaje, a menos que se les enseñe lo contrario.

De vez en cuando, las gallinas criadas en cautiverio experimentan un comportamiento conocido como "cluecas", donde dejan de poner huevos y se sientan en sus nidos para incubarlos. El proceso de incubación suele durar alrededor de tres semanas. Los polluelos recién nacidos son altamente desarrollados: están cubiertos de plumón en lugar de estar desnudos, pueden moverse con rapidez y son capaces de buscar y consumir alimento sin ayuda.

En la comercialización de huevos, las jaulas han tenido un papel destacado al proporcionar un método efectivo para mantener los huevos limpios. Una vez que las gallinas han puesto los huevos, éstos ruedan por una pendiente en la jaula y quedan fuera del alcance de las aves, evitando la posibilidad de que se ensucien con excrementos. Además, este sistema asegura que los huevos sean recogidos y almacenados o empaquetados inmediatamente después de la puesta, lo que garantiza su frescura y calidad.

El lugar de origen de las gallinas se localiza en el Sureste asiático, donde hace unos 8.000 años aproximadamente fueron domesticadas. Según el naturalista británico Charles Darwin, derivan de una sola especie silvestre conocida como el gallo bankiva, que habita en libertad en un área que se extiende desde India hasta Filipinas, pasando por el Sureste asiático. Los expertos calculan que el proceso de domesticación se produjo en la región que en la actualidad ocupa Tailandia y Vietnam.

La historia escrita registra a la gallina como uno de los animales domésticos más antiguos. En antiguos documentos chinos se hace referencia a la introducción de esta "criatura de Occidente" en China alrededor del 1400 a.C. Las tallas babilónicas del 600 a.C. también representan gallinas, que son mencionadas por los escritores griegos primitivos, especialmente por el dramaturgo Aristófanes en el 400 a.C. Los romanos consideraban a la gallina un animal consagrado a su dios de la guerra, Marte. Desde tiempos antiguos, el gallo ha sido un símbolo de valor, como lo consideraban los galos. En el arte religioso cristiano, el canto del gallo simboliza la resurrección de Cristo. Además, el gallo fue el emblema de la Primera República francesa.

En la actualidad, las gallinas se encuentran repartidas por casi todo el planeta. En los países de Occidente, la producción se ha especializado cada vez más en granjas avícolas: algunos productores se dedican al incubado de huevos, otros a la producción de huevos para el consumo humano y otros a la cría de pollos para su venta en el mercado de carne.

En la actualidad existen numerosas razas y cientos de variedades de gallinas en todo el mundo, con nuevos tipos desarrollándose constantemente mientras los criadores buscan mejorar sus cepas. Las razas se pueden clasificar según su lugar de origen y función. Algunas aves todavía se crían para peleas de gallos, mientras que en otros lugares, estas razas se utilizan con fines ornamentales y para participar en exposiciones y ferias avícolas. Las variedades ornamentales de estas razas se caracterizan por tener un cuello y patas largas, y una cola con pocas plumas. Otras razas ornamentales populares son la Bantam, la gallina japonesa, la gallina polaca con su gran cresta de plumas, la Silky con su plumaje suave y la Frizzle con sus plumas rizadas.

Entre las razas de importancia económica, se encuentra el grupo asiático, que es la clase más antigua y tuvo su origen en China hace muchos años. Este grupo está compuesto por aves grandes y pesadas, con plumaje abundante y patas con plumas. Entre las razas más representativas de este grupo se encuentran la Brahma, la Cochin y la Langshan. Aunque no son buenas ponedoras y su carne es áspera y correosa, estas aves son muy resistentes y se adaptan bien a climas fríos. Además, la cepa asiática ha influido en la creación de las razas europeas y americanas.

Las gallinas británicas se caracterizan por la alta calidad de su carne, al igual que las razas francesas, que son valoradas más por su carne que por su capacidad de puesta. En contraste, las Campines belgas son de tamaño pequeño pero altamente productivas. Las razas mediterráneas son conocidas por ser excelentes ponedoras de huevos, entre ellas la Ancona, la Andaluza, la Menorca y la Leghorn. La Leghorn blanca es la variedad más popular de esta categoría. Aunque las gallinas del Mediterráneo son pequeñas, excepto por las Menorca, su tamaño corporal las hace poco interesantes como aves de carne, pero su consumo de alimento es bajo. Además, suelen ser prolíficas y producen huevos de gran tamaño en proporción a su cuerpo.

La producción de huevos con estas razas es más rentable en términos de coste. Estas gallinas comienzan a poner huevos desde temprana edad y, desde un punto de vista comercial, tienen la ventaja de que casi no tienen instintos maternales, lo que les permite perder poco tiempo empollando. Son sensibles a los cambios en el medio ambiente, pero se mantienen saludables y son capaces de poner más huevos en climas moderados.

El grupo de razas americanas se compone de aves de uso polivalente, seleccionadas en el siglo pasado para producir tanto carne como huevos. Son gallinas de tamaño moderado o grande y su carne es de alta calidad. Son muy robustas y, además, excelentes productoras de huevos en invierno. En cuanto a las Rhode Island Red, son tan fecundas como las Leghorn blancas.

Las gallinas de esta clase tienen un fuerte instinto maternal, pero se han desarrollado variedades mediante la hibridación selectiva para minimizar este comportamiento. Suelen madurar más tarde que las gallinas del Mediterráneo, pero antes que las asiáticas, con la excepción de la raza New Hampshire, que crece rápidamente y se utilizaba antiguamente para la producción de pollos tomateros. Para desarrollar especies de producción de carne más eficientes y rápidas, esta raza se ha cruzado con las Cornish y las Plymouth Rock blancas. Estos nuevos tipos llevan el nombre de su criador original y son responsables de la producción de millones de pollos en la actualidad. Además de la New Hampshire, otras razas americanas incluyen la Wyandotte, la Plymouth Rock, la Dominique, la Java y la Buckeye, cada una con diversas variedades.