¿Qué es e-commerce o comercio electrónico?
El comercio electrónico, también conocido como e-commerce, es una forma de realizar transacciones comerciales a través de internet. Consiste en la compra y venta de productos o servicios utilizando plataformas en línea como redes sociales y páginas web. Esta actividad económica se lleva a cabo mediante medios digitales, como sitios web, aplicaciones móviles y redes sociales, permitiendo a los clientes acceder a una amplia variedad de catálogos de marcas, servicios y productos en cualquier momento y lugar a través de la red virtual.
Indice de Contenido
Introducción
Inicialmente, el término se utilizaba para describir la realización de transacciones a través de medios electrónicos como el intercambio electrónico de datos. Sin embargo, con la llegada de Internet y la World Wide Web a mediados de la década de 1990, el enfoque se desplazó hacia la venta de bienes y servicios a través de la web.
Para ello, se emplean métodos de pago electrónicos como tarjetas de crédito y nuevas formas de pago, como el pago móvil y las plataformas de pago. La tecnología ha facilitado enormemente la tarea de comprar y vender, especialmente gracias a dispositivos móviles con acceso a Internet.
Internet ha impulsado un crecimiento extraordinario en la cantidad de comercio electrónico. Se lleva a cabo una amplia gama de transacciones comerciales de manera electrónica, lo cual ha estimulado el desarrollo y la adopción de diversas innovaciones.
Entre ellas se encuentran la transferencia electrónica de fondos, la gestión de cadenas de suministro, el marketing en línea, el procesamiento de transacciones en línea (OLTP), el intercambio electrónico de datos (EDI), los sistemas de gestión de inventarios y los sistemas automatizados de recolección de datos. Estas innovaciones contribuyen a facilitar y agilizar las operaciones comerciales realizadas a través de medios electrónicos.
La mayoría del comercio electrónico implica la compra y venta de productos y servicios entre personas y empresas, pero también existe un porcentaje significativo que se enfoca en la adquisición de artículos virtuales, como software y contenido premium de sitios web.
Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en 2017, alrededor de dos mil millones de personas llevaron a cabo transacciones de comercio electrónico móvil, lo que representó un crecimiento interanual del 23.4%.
En el año 2020, el 70% de los especialistas en marketing consideraron que las estrategias de SEO eran más efectivas que las campañas de marketing pagadas. Además, el 53% de los consumidores buscaban productos en Internet, independientemente de si tenían la intención de comprarlos o no. La búsqueda de términos como "Dónde comprar" + "mi área" o "cerca de mí" aumentó un 200% en los últimos dos años.
En los contratos de comercio electrónico, los proveedores tienen la responsabilidad de proporcionar una amplia información, que incluye todos los datos necesarios para utilizar correctamente los medios electrónicos utilizados en la compra, así como información sobre los riesgos asociados con la contratación electrónica y quién asume dichos riesgos. También se debe informar sobre el derecho a cancelar el contrato de compra.
En 2020, el comercio electrónico generó una facturación total de 4.2 billones de dólares en todo el mundo. América Latina experimentó un crecimiento destacado del 36.7%, incluso superior al de la región de Asia-Pacífico (26.4%). En 2021, esta tendencia de crecimiento se mantuvo, estimándose que los ingresos del comercio electrónico a nivel global aumentaron un 16.8% en comparación con 2020, alcanzando aproximadamente 4.9 billones de dólares en ese año.
Origen y evolución histórica
En los últimos decenios del siglo XIX, se inició en Estados Unidos la venta por catálogo a través de empresas comerciales como Montgomery Ward y Sears. Este innovador sistema consistía en la presentación de productos mediante un catálogo ilustrado, lo cual permitió a las empresas captar nuevos segmentos de mercado desatendidos.
Además, brindaba la ventaja de que los potenciales compradores podían elegir los productos desde la comodidad de sus hogares, sin la presión o asistencia de un vendedor. La venta por catálogo se vio impulsada con la llegada de las tarjetas de crédito, y también estableció una relación más anónima entre el cliente y el vendedor.
A principios de la década de 1970, se empezaron a utilizar aplicaciones novedosas en el comercio electrónico, como la transferencia electrónica de fondos. Luego, el intercambio de datos electrónico dio lugar a una expansión del comercio electrónico y a la aparición de otros procesos comerciales.
Estos avances permitieron que las pequeñas empresas aumentaran su competitividad al incorporar el comercio electrónico en sus operaciones diarias. Gracias a esto, el comercio en línea se ha expandido rápidamente al alcanzar a millones de consumidores potenciales.
En los años 70, surgieron las primeras relaciones comerciales que utilizaban computadoras para transmitir datos, como órdenes de compra y facturas. Aunque esta forma de intercambio de información no estaba estandarizada, trajo mejoras en los procesos de fabricación dentro del sector empresarial.
En la década de 1980, se desarrolló una nueva forma de venta por catálogo conocida como venta directa, que se promovía a través de la televisión. Esta modalidad permitía mostrar los productos de manera más realista y resaltar sus características, con la opción de concretar la venta mediante llamadas telefónicas y pagos con tarjetas de crédito.
En 1995, los países del G7/G8 establecieron la iniciativa "Un Mercado Global para PYMES" con el objetivo de fomentar el uso del comercio electrónico entre empresas de todo el mundo.
Internet posibilita la venta directa de servicios y productos fabricados según la demanda, sin intermediarios, desde el productor hasta el cliente final. Además, facilita las transacciones electrónicas entre empresas, lo que podría convertirse en un mercado importante del comercio electrónico en un futuro cercano.
Una nueva forma de realizar negocios
Las redes sociales han adquirido un gran impacto tanto en la difusión de información como en el ámbito empresarial. Por ejemplo, Facebook ha permitido a las personas conectarse directamente entre sí para llevar a cabo actividades comerciales de cliente a cliente (C2C), brindando numerosas funcionalidades para el contenido generado por los usuarios.
Los usuarios, en este caso vendedores, tienen la posibilidad de publicar anuncios ilimitados de sus productos en diferentes secciones de Facebook, como muros, páginas y grupos, donde miles de personas pueden verlos. A partir de ahí, se generan usuarios interesados (compradores) que pueden contactar directamente a los vendedores para iniciar el proceso de compra, estableciendo métodos de pago y entrega.
Instagram también desempeña un papel similar, aunque con una característica exclusiva llamada Instagram Shopping. Esta herramienta permite a las marcas publicar fotos de sus productos junto con su precio y un enlace directo a su tienda en línea. Se trata de una forma innovadora de ventas en línea.
No obstante, a pesar de la popularidad y accesibilidad de Facebook como una red social gratuita, su naturaleza C2C conlleva riesgos, ya que no existe una garantía para los compradores insatisfechos de que se les reembolse su dinero en caso de que una transacción no resulte satisfactoria.
Esto se debe a que los compradores no pueden evaluar de manera precisa la credibilidad y reputación de los vendedores, a diferencia de lo que ocurre en el comercio electrónico B2C, lo que hace que los procesos de compra sean inciertos.
Un ejemplo evidente de los riesgos asociados con la información en este tipo de comercio electrónico es el escándalo de Cambridge Analytica, ocurrido el 18 de marzo de 2018. Esta compañía obtuvo información de usuarios de Facebook y creó un programa para manipular las preferencias de millones de usuarios durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016. Como resultado de la investigación, las acciones de Facebook sufrieron una importante caída en el mercado de valores.
Es por esta razón que la información personal de las personas debe ser manejada con sumo cuidado, proporcionando la mayor seguridad posible para evitar riesgos y generar confianza en cuanto a datos más allá de simples "me gusta", como pueden ser cuentas bancarias, direcciones residenciales, entre otros.
Ventajas del comercio electrónico
Para las empresas
El comercio electrónico ha experimentado un crecimiento masivo, con un número cada vez mayor de usuarios que utilizan plataformas digitales para satisfacer sus necesidades de compra, ya sea para productos del hogar, entretenimiento, alimentos, etc. Al igual que en el comercio tradicional presencial, el comercio electrónico ofrece ventajas significativas, algunas de las cuales se mencionan a continuación:
- Mejora en la distribución: Gracias al uso de la web, las empresas y los clientes pueden interactuar directamente, eliminando intermediarios y permitiendo entregas más rápidas e inmediatas. Esto representa un ahorro significativo en términos de tiempo.
- Reducción de costos en las transacciones: Al eliminar formularios para pedidos, cotizaciones y otros procedimientos, se reduce considerablemente el costo de la operación de compra y venta. La eliminación de la necesidad de procesar información de formularios también evita la duplicidad de pedidos.
- Acceso fácil a la información: El comercio electrónico permite acceder a bases de datos que ofrecen la posibilidad de encontrar ofertas, realizar ofertas, crear y acceder a nuevos mercados, y obtener ventajas en las ventas. La información está al alcance de la mano, lo que facilita la toma de decisiones informadas.
- Mejora en las relaciones empresa-cliente: El comercio electrónico permite establecer comunicaciones directas entre la empresa y los clientes, lo que puede incrementar el conocimiento mutuo sobre el producto o servicio. Además, se pueden conocer las preferencias de los consumidores y llegar a acuerdos mutuamente beneficiosos.
- Mejora en la comunicación comercial: Las empresas pueden mantener a sus clientes constantemente actualizados sobre sus productos o servicios, y los clientes pueden acceder a información de la empresa las 24 horas del día, sin importar su ubicación geográfica. Esto facilita la comunicación y brinda mayor comodidad a los clientes.
Para los usuarios
El comercio electrónico a través de compras en línea por Internet ofrece a los usuarios una serie de ventajas destacadas:
- Búsqueda de productos a precios más bajos: Los usuarios tienen la posibilidad de explorar y encontrar productos que se ajusten a sus necesidades económicas, ya que la amplia oferta en línea brinda más oportunidades de comparar precios y obtener mejores ofertas.
- Negociación con los vendedores: En algunas tiendas virtuales, se permite la negociación directa con los vendedores, lo que brinda la posibilidad de obtener descuentos adicionales o regalías al lograr acuerdos beneficiosos para ambas partes.
- Comodidad en el proceso de adquisición: Los compradores pueden realizar sus compras desde la comodidad de su hogar o lugar de trabajo, evitando desplazamientos físicos a tiendas físicas. Esto ahorra tiempo y esfuerzo, aunque es importante tener en cuenta que en ocasiones puede haber costos adicionales asociados al envío de los productos adquiridos.
Sin embargo, es necesario mencionar que existen barreras que dificultan el acceso a la tecnología, especialmente en países en desarrollo. Esto plantea la necesidad de investigar y comprender la adopción tecnológica por parte de los usuarios en estos contextos, con el objetivo de promover una inclusión digital más equitativa y facilitar el acceso al comercio electrónico.