Inteligencia artificial: Concepto, desarrollo y evolución

La inteligencia artificial (IA) es una rama de la informática que se enfoca en la creación de sistemas y programas que imitan el comportamiento humano y son capaces de realizar tareas que normalmente requerirían inteligencia humana para llevarlas a cabo. Estos sistemas pueden ser entrenados y perfeccionados a través de algoritmos y técnicas de aprendizaje automático, lo que les permite mejorar su desempeño con el tiempo y adaptarse a nuevas situaciones.

La IA tiene aplicaciones en una variedad de áreas, desde la robótica y la medicina hasta los negocios y la industria del entretenimiento. Aunque se han logrado avances notables en la creación de sistemas de IA, aún existen importantes desafíos técnicos y éticos que deben ser abordados para garantizar su uso responsable y beneficioso para la sociedad.

Introducción

La capacidad de un dispositivo para realizar funciones que son propias del pensamiento humano es lo que se conoce como inteligencia artificial, término de gran amplitud. La idea de crear un dispositivo con tal habilidad ha sido objeto de interés del ser humano desde tiempos antiguos, pero fue recién en la segunda mitad del siglo XX cuando se logró transformar esta idea en herramientas tangibles.

En 1956, John McCarthy, quien trabajaba en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, acuñó el término "inteligencia artificial" (IA). Ese mismo año, se llevó a cabo la Conferencia de Dartmouth en Hanover, Estados Unidos, donde McCarthy, junto con Marvin Minsky, Nathaniel Rochester y Claude E. Shannon, fundaron las bases de la IA como un campo autónomo dentro del ámbito informático.

En el pasado, específicamente en 1950, Alan M. Turing emitió un escrito en la publicación Mind con el título "Computing Machinery and Intelligence" ("Maquinaria de Cómputo e Inteligencia"), el cual contemplaba el concepto de la inteligencia artificial y establecía lo que en un futuro se conocería como el test de Turing. Este examen permitiría confirmar si un ordenador o computadora tiene un comportamiento que pueda considerarse como artificialmente inteligente o no.

A medida que la ciencia moderna ha progresado, la exploración de la inteligencia artificial ha adoptado dos enfoques cruciales: el estudio psicológico y fisiológico para determinar la naturaleza del pensamiento humano, así como el desarrollo tecnológico de sistemas informáticos cada vez más intrincados.

En tal sentido, el concepto de IA se ha empleado para referirse a sistemas y software que pueden ejecutar labores complejas al simular el funcionamiento del pensamiento humano, aunque aún a una distancia considerable del mismo. En este ámbito, los campos de indagación más significativos son el procesamiento de información, la identificación de patrones, los juegos y áreas aplicadas como el diagnóstico médico. Un ejemplo de los triunfos alcanzados en esta esfera fue la partida de ajedrez disputada en mayo de 1997, en la que el superordenador de IBM llamado Deep Blue venció al campeón mundial Gari Kaspárov.

En la investigación actual del procesamiento de información, hay varias áreas que se concentran en el desarrollo de software que permite a un ordenador comprender tanto la información escrita como la hablada. Estos programas son capaces de generar resúmenes, responder a preguntas concretas y redistribuir datos a los usuarios que se interesen por sectores específicos de la información.

En esos programas, es imprescindible que el sistema tenga la habilidad de crear oraciones que cumplan con las reglas gramaticales, y que pueda establecer conexiones entre palabras e ideas. Los estudios han indicado que mientras que la lógica de la estructura del lenguaje, su sintaxis, está relacionada con la programación, el problema del significado, o semántica, es considerablemente más profundo, y apunta hacia una verdadera inteligencia artificial.

En la actualidad, el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial se enfoca en dos vertientes principales: los sistemas expertos y las redes neuronales. Los sistemas expertos buscan emular el razonamiento humano de manera simbólica, mientras que las redes neuronales lo hacen desde una perspectiva biológica (reproducen la estructura del cerebro humano mediante algoritmos genéticos). No obstante, la complejidad de ambos sistemas, los resultados distan considerablemente de un pensamiento verdaderamente inteligente.

Existe una gran cantidad de científicos que muestran un escepticismo considerable sobre la posibilidad de desarrollar una verdadera inteligencia artificial en el futuro. El funcionamiento de la mente humana todavía es en gran medida un misterio, lo que hace que el diseño informático sea esencialmente incapaz de reproducir esos procesos desconocidos y complejos.