El desarrollo de la electricidad se estudió aproximadamente desde la antigüedad, pero su estudio científico comenzó en los siglos XVII y XVIII. A finales del siglo XIX, los ingenieros lograron aprovecharla para uso doméstico e industrial, desde entonces nuestra forma de vivir, pero la electricidad ha pasado por varios cambios o transformaciones incluso se ha ramificado en su forma de estudio.
La historia de la electricidad se remonta a la antigua Grecia, donde se observó que el ámbar frotado atraía objetos ligeros. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVII cuando la electricidad comenzó a ser estudiada científicamente. En 1600, William Gilbert acuñó el término "electricidad" y realizó experimentos con imanes y objetos cargados.
En 1752, Benjamin Franklin demostró que los rayos eran un fenómeno eléctrico al utilizar una cometa durante una tormenta eléctrica. Este descubrimiento sentó las bases para el desarrollo de la tecnología eléctrica.
En 1820, el físico danés Hans Christian Oersted descubrió que una corriente eléctrica podía producir un campo magnético, lo que llevó al desarrollo de la tecnología electromagnética. En 1831, Michael Faraday descubrió la inducción electromagnética, lo que permitió la generación de electricidad a través de la rotación de un imán dentro de una bobina de alambre.
En la década de 1870, Thomas Edison y Nikola Tesla desarrollaron sistemas eléctricos para la iluminación y la energía eléctrica. Edison desarrolló la primera bombilla incandescente y creó una red de distribución de energía eléctrica en Nueva York. Tesla, por su parte, desarrolló el sistema de corriente alterna, que permitió la transmisión de energía eléctrica a larga distancia.
En la primera mitad del siglo XX, la electricidad se convirtió en una fuente de energía indispensable para la sociedad moderna. Se construyeron centrales eléctricas a gran escala y se desarrolló la energía nuclear.
En la década de 1970, se comenzó a investigar la energía renovable, como la energía eólica y solar, para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. En la actualidad, la electricidad es una fuente de energía esencial para la vida moderna, y se espera que la tecnología continúe evolucionando y desarrollándose para hacer un uso más eficiente y sostenible de la energía eléctrica.
La electricidad en la actualidad representa el mayor desarrollo posible en nuestra vida social siempre está presente ya sea directa o indirectamente, con respecto al comercio la electricidad es muy utilizada en lugares como:
En el área de la industria la energía eléctrica genera fuerza que pone en movimiento a la maquinaria para producir materia prima y esto lo podemos observar en:
En nuestro hogar vemos lo útil que resulta la electricidad en los aparatos de entretenimiento o de cocina, algunos son:
Durante el periodo comprendido entre 1959 y 1990, la producción y consumo anual de electricidad aumentó de poco más de 1 billón de kWh a más de 11,5 billones. También tuvo lugar un cambio en el tipo de generación de energía. En 1950 las dos terceras partes de la energía eléctrica se generaban en centrales térmicas y un tercio en centrales hidroeléctricas. En 1990 las centrales térmicas seguían produciendo alrededor del 60% de la electricidad, pero la producción de las centrales hidroeléctricas descendió hasta poco más del 20% y la energía nuclear generaba el 15% de la producción mundial.
Sin embargo, el crecimiento de la energía nuclear descendió en algunos países debido a consideraciones de seguridad. En Estados Unidos las centrales nucleares generaron el 20% de la electricidad en 1990, mientras que, en Francia, líder mundial del uso de energía atómica, las centrales nucleares proporcionan el 75% de su producción eléctrica.
Como toda actividad humana, la generación y transporte de energía eléctrica produce una serie de impactos ambientales. Los impactos producidos en el proceso de generación son altamente específicos de la fuente de energía utilizada: hidráulica, nuclear, térmica… Sin embargo, las líneas de transporte producen unos tipos definidos de impacto, con independencia del origen de la energía eléctrica transportada. Así, cabe destacar el impacto producido sobre la fauna, y en concreto las aves, que sufren electrocución al posarse en los apoyos de los postes, especialmente los de distribución, ya que en estos los conductores están más juntos entre sí y respecto de la estructura de apoyo, y las cadenas de aisladores son más cortas, lo que provoca que sea relativamente fácil que un ave posada en el poste toque un conductor y se produzca la electrocución.
En el caso de las líneas de transporte, los accidentes por electrocución son raros, afectando sólo a grandes aves que pueden tocar a un tiempo dos conductores o un conductor y el apoyo. La clase de accidente más común en este tipo de líneas es la colisión con los cables, sobre todo con el de tierra, más fino y situado por encima del resto. El mayor riesgo para la vegetación en una línea en servicio es el de incendio por caída de un cable en caso de accidente, como la caída de un rayo. En cualquier caso, las compañías eléctricas son cada vez más sensibles a estos problemas, por lo que están actuando en zonas especialmente afectadas y considerando estos riesgos en líneas de nueva construcción.