Carbohidratos ¿Qué son los carbohidratos? / alimentos ricos en carbohidratos

Existen diversas denominaciones para los carbohidratos, como hidratos de carbono, glúcidos, azúcares o sacáridos. Estos compuestos están compuestos por tres elementos: carbono, hidrógeno y oxígeno, y desempeñan un papel fundamental en el almacenamiento y suministro de energía a corto plazo. Los carbohidratos son transformados en glucosa por nuestro sistema digestivo, la cual es utilizada por nuestro organismo como fuente de energía para los tejidos, órganos y células.

Introducción

Los carbohidratos son esenciales para mantener las funciones vitales de nuestro organismo, como la Tasa Metabólica Basal (TMB) o el Gasto Energético en Reposo (GER), por lo que nuestro cuerpo los utiliza continuamente. Sin embargo, un consumo excesivo de carbohidratos puede ocasionar problemas de salud.

El papel principal de los carbohidratos es suministrarnos energía para sostener las funciones vitales del organismo. No obstante, en determinadas circunstancias, pueden cumplir otras funciones, como la formación de estructuras esqueléticas resistentes y la integración en otras biomoléculas, como proteínas, grasas y ácidos nucleicos.

Los carbohidratos presentan la ventaja de poder sintetizarse fuera del organismo y utilizarse para fabricar una variedad de productos artificiales, incluyendo tejidos y plásticos. En función de su estructura química, pueden clasificarse en cuatro tipos principales, que son:

1) Monosacáridos,

2) Disacáridos,

3) Oligosacáridos y

4) Polisacáridos,

También los podemos dividir teniendo en cuenta tanto su estructura, siendo de dos tipos:

a) carbohidratos simples y

b) carbohidratos complejos 

Es importante tener presente que los carbohidratos son un macronutriente que no resulta perjudicial para la salud, siempre y cuando su consumo no sea excesivo. Estos compuestos se encuentran presentes de forma natural en una amplia variedad de alimentos y bebidas, y los fabricantes de productos alimentarios también los incorporan en sus preparados. 

La molécula de carbohidrato puede ser descompuesta gracias a la acción de una enzima llamada amilasa, lo cual permite que el cuerpo los utilice como fuente de energía. Las fuentes más saludables de carbohidratos son aquellas que no han sido procesadas de forma industrial, es decir, que se encuentran en su estado natural, como granos enteros, verduras y frutas. Por otro lado, las fuentes menos saludables de carbohidratos son aquellas que han sido sometidas a procesos industriales, como las harinas refinadas, los dulces, los pasteles y los refrescos azucarados.

Clasificación de los carbohidratos por su estructura química

Los monosacáridos

Los carbohidratos simples son aquellos que no pueden ser hidrolizados, y se componen de tres a siete átomos de carbono. Son considerados azúcares reductores debido a que tienen al menos un grupo -OH hemiacetálico libre. Estos compuestos son dulces, solubles en agua (hidrosolubles) y se presentan en forma cristalina. Entre los más conocidos se encuentran la glucosa, la fructosa y la galactosa. También existen monosacáridos, como la ribosa y la desoxirribosa, que forman parte del material genético del ADN.

Los disacáridos

Los disacáridos son un tipo de glúcido formados por la unión de dos moléculas de monosacáridos. Entre los principales disacáridos de interés biológico se encuentran: la maltosa, que se encuentra libre de forma natural en la malta; la lactosa o azúcar de la leche, que se encuentra libre en la leche de los mamíferos; la sacarosa o azúcar de caña y remolacha, que es el azúcar que se obtiene industrialmente; la celobiosa, presente en la molécula de celulosa; y la isomaltosa, que se encuentra presente en los polisacáridos "almidón" y "glucógeno".

Los oligosacáridos

Los oligosacáridos son compuestos que constan de tres a nueve unidades de monosacáridos unidos entre sí. Estos oligosacáridos pueden unirse a proteínas o lípidos, formando así glicoproteínas y glicolípidos. Además, hay varios oligosacáridos poco comunes que se encuentran en la miel en pequeñas cantidades.

Los polisacáridos

Los polisacáridos son macromoléculas que constan de numerosos monosacáridos unidos por enlaces glucosídicos. Son importantes como reserva energética y como estructuras de soporte en las células. Los polisacáridos más comunes incluyen el almidón, que se encuentra en plantas, el glucógeno, que es la forma de almacenamiento de carbohidratos en animales, la celulosa, que es el principal componente de las paredes celulares de las plantas, y la quitina, que es un componente importante de los exoesqueletos de los artrópodos. Estas macromoléculas se pueden hidrolizar en unidades más pequeñas, como disacáridos o monosacáridos, mediante reacciones de hidrólisis de los enlaces glucosídicos entre los residuos de los monosacáridos.

Alimentos que contienen carbohidratos

Los carbohidratos son una familia de compuestos que incluyen azúcares, almidón, dextrina, celulosa y glucógeno, y son una fuente clave de energía en la dieta de humanos y animales. Los monosacáridos son los carbohidratos más simples, y se componen de un grupo aldehído o cetona; la glucosa es el monosacárido más significativo y es vital para el metabolismo energético. Por otro lado, los polisacáridos, como el almidón, la celulosa y el glucógeno, están compuestos por muchas moléculas de monosacáridos unidas, y se pueden descomponer en componentes más pequeños mediante la hidrólisis de los enlaces glucosídicos.

Al unir dos moléculas de monosacáridos por medio de un enlace glucosídico se forma un disacárido, proceso que conlleva la eliminación de una molécula de agua. Entre los disacáridos más importantes se encuentran la sacarosa, la lactosa y la maltosa. Por otro lado, los polisacáridos son enormes moléculas que se forman por la unión de varias unidades de monosacáridos, siendo aproximadamente 10 en el caso del glucógeno, 25 en el almidón y de 100 a 200 en la celulosa. En la siguiente tabla se muestra una lista de algunos alimentos ricos en carbohidratos y su aporte calórico equivalente.

Los carbohidratos son absorbidos en el sistema digestivo en forma de azúcares simples, principalmente glucosa, que es el combustible principal de la mayoría de los seres vivos. Esta glucosa se mantiene a una concentración constante en la sangre y se descompone fácilmente para satisfacer las necesidades energéticas del cuerpo.

Durante este proceso, la molécula de glucosa se descompone en compuestos de carbono que se oxidan para producir dióxido de carbono y agua, los cuales son excretados del organismo. La glucosa que no es utilizada inmediatamente como fuente de energía se almacena en el hígado y los músculos en forma de glucógeno. Una vez que estas reservas se han llenado, la glucosa restante se convierte en grasa y se acumula en el tejido adiposo. Las plantas, por su parte, también pueden almacenar glucosa, pero en forma de polisacáridos, como el almidón y la celulosa.