Concepto de Contabilidad: Origen, objetivos e historia

Proporcionar una definición de contabilidad puede resultar complicado debido a que su concepción varía de un escritor a otro. La contabilidad ha experimentado un progreso continuo a lo largo del tiempo, hasta el punto de que en algún momento se la consideró la Historia de los Negocios. Esta apreciación no es descabellada, dado que la contabilidad documenta de manera secuencial todos los movimientos financieros que se dan en una compañía o negocio, e incluso en las finanzas de un hogar, al momento de crear presupuestos de gastos.

Introducción

Algunas personas lo consideran un arte y una ciencia, mientras que otros lo ven como una técnica o un conjunto de instrumentos destinados a registrar la historia contable o los movimientos financieros. Si examinamos la definición de contabilidad, descubriremos diversas interpretaciones, pero si profundizamos en ellas, encontraremos elementos que se repiten.

Podríamos describirla como la técnica que se compone de procedimientos, herramientas y métodos para llevar a cabo el registro, clasificación y resumen de los movimientos financieros derivados de las operaciones que ejecutan las empresas, con la finalidad de obtener un estado financiero.

¿Qué es la contabilidad? La contabilidad es una disciplina que instruye en las normas y procedimientos para clasificar, analizar y registrar las operaciones de unidades económicas individuales o colectivas, como sociedades mercantiles o civiles, banca, comercios, industrias y organizaciones benéficas. Asimismo, se puede describir como el procedimiento que implica la identificación, medición, registro y divulgación de la información económica de una empresa u organización, con el propósito de que los administradores puedan evaluar la condición de la entidad.

Otra definición posible de la contabilidad sería considerarla como un arte que consiste en el registro, clasificación y resumen de transacciones de naturaleza financiera, que se expresan en términos monetarios con el propósito de interpretar los resultados obtenidos de manera significativa.

Podemos destacar los siguientes tres puntos fundamentales o elementos claves para la contabilidad o movimientos contables:

• Registro, clasificación y resumen.

• Operaciones y transacciones financieras.

• Producir información para ser interpretada. 

A partir de lo expuesto, se concluye que la Contabilidad es un procedimiento que involucra la identificación, medición, registro y divulgación de información económica de una empresa u organización, con el objetivo de que los administradores puedan evaluar la situación de la entidad. La teneduría de libros, por su parte, se encarga de la elaboración de los registros contables, los cuales deben ajustarse a los principios contables establecidos para obtener información financiera relevante y evaluar la situación de la entidad.

Otra forma de definir la contabilidad es entender que esta abarca el diseño de sistemas contables, la elaboración de estados financieros, presupuestos, análisis de costos, auditorías, trabajos relacionados con impuestos sobre la renta, uso de computadoras para procesos contables, así como el análisis e interpretación de la información contable, la cual puede ser un elemento auxiliar para tomar decisiones comerciales.

Uno de los objetivos fundamentales de la contabilidad, tanto a corto como a largo plazo, es suministrar información relevante a los usuarios en un momento determinado, acerca de los resultados obtenidos durante un período de tiempo. Esta información es de gran utilidad para la toma de decisiones, ya sea en el control de la gestión pasada como en las estimaciones de los resultados futuros, lo cual permite que dichas decisiones sean racionales y eficientes.

La contabilidad es el área que centraliza toda la información sobre las diversas operaciones realizadas por una empresa, por lo que el departamento contable mantiene relaciones laborales, ya sea directa o indirectamente, con todos los departamentos que conforman la organización.

Si tomamos en cuenta los diferentes conceptos de contabilidad que se han expuesto en este artículo, podemos concluir que la contabilidad es el conjunto de técnicas y procedimientos que permiten registrar y clasificar las operaciones realizadas por una empresa, con el fin de generar información relevante a través de los estados financieros. Al analizar e interpretar esta información, se pueden tomar decisiones importantes para la gestión y el futuro de la empresa.

Objetivos de la contabilidad

Cuando se efectúa una contabilidad personal, por lo general se utiliza un método sencillo que consiste en registrar los gastos en columnas. Este sistema consigna la fecha de la transacción, su categoría y el importe desembolsado.

No obstante, al realizar la contabilidad de una entidad, se emplea un sistema contable de doble entrada en el que cada operación se registra reflejando su doble efecto tanto en la posición financiera de la empresa como en los resultados obtenidos.

La contabilidad tiene varios objetivos, entre ellos destacan: proveer información relevante y útil para la toma de decisiones, tanto a corto como a largo plazo, tanto para la gestión pasada como para las estimaciones de resultados futuros; garantizar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y legales de la empresa; y proporcionar información clara y precisa sobre la posición financiera y los resultados obtenidos por la empresa en un periodo determinado, a través de los estados financieros y otros informes contables.

• Llevar el registro en forma sistemática de todas las transacciones que se realizan en la empresa.

• Controlar eficazmente cada uno de los recursos y las fuentes de donde se han obtenido esos recursos

• Permite conocer la situación financiera y el grado de solvencia de la empresa, a través de los estados financieros.

• Proveer toda la información necesaria para planear adecuadamente el desarrollo de la empresa.

• Proporcionar los comprobantes en las declaraciones que se presenten para el pago de los impuestos.

• Servir como medio de prueba ante terceros en asuntos jurídicos.

En resumen, es esencial para cualquier organización tener un conocimiento claro y detallado de su situación financiera, lo que incluye tanto sus activos como sus pasivos. La contabilidad es la herramienta clave que permite lograr este objetivo, proporcionando información precisa y detallada a través de los estados financieros que reflejan la composición de los recursos y obligaciones de la entidad. Es gracias a la contabilidad que se puede llevar un adecuado control financiero y tomar decisiones informadas y efectivas.

Origen de la Contabilidad

Dado que entendemos que la contabilidad es fundamental para comprender la situación y condiciones de una empresa, debemos tener en cuenta que sus raíces se remontan a miles de años en la historia de la humanidad. Se usó de forma rudimentaria en grandes civilizaciones como Egipto y Roma, pero la contabilidad moderna tal como la conocemos comenzó con la publicación en Italia de la obra de Luca Pacioli, "Summa de Arithmetica, Geometría, Proportioni e Proporcionalita".

En diferentes civilizaciones como el Imperio inca, el Antiguo Egipto y Roma, se han encontrado evidencias arqueológicas que demuestran la presencia de registros contables rudimentarios, los cuales consistían en un registro básico de los productos comercializados y del dinero que entraba y salía. La introducción de la moneda tuvo un papel crucial en el desarrollo de la contabilidad, ya que una economía de trueque no permitiría una evolución similar. No obstante, la contabilidad tal y como la conocemos hoy en día, tuvo su inicio con la publicación de la obra "Summa de Arithmetica, Geometría, Proportioni e Proporcionalita" de Luca Pacioli en Italia.

Los sistemas y técnicas empleados para llevar a cabo la contabilidad y la administración de libros, surgieron después del desarrollo del comercio, y tienen sus raíces en la antigüedad y en la Edad Media. La contabilidad de doble entrada se originó en las ciudades-estado comerciales italianas. Los registros contables más antiguos que se han conservado, provenientes de la ciudad de Génova, datan del año 1340, y revelan que para entonces las prácticas contables estaban muy avanzadas.

El desarrollo de técnicas contables se produjo en China gracias a la introducción de los primeros formularios de tesorería y ábacos durante los primeros siglos de nuestra era. En Oriente, estas técnicas contables progresaron, mientras que, en Italia, las ciudades Estado comerciales como Génova y Florencia comenzaron a desarrollar la contabilidad de doble entrada en el siglo XIV. El primer libro contable conocido se publicó en 1494, escrito por el monje veneciano Luca Pacioli, aunque su obra más que crear, se centraba en difundir el conocimiento contable. A pesar de ello, sus principios contables han perdurado hasta nuestros días.

La llegada de la Revolución Industrial trajo consigo la necesidad de adaptar las técnicas contables para poder reflejar la creciente automatización de los procesos, la producción masiva de bienes y servicios y las operaciones típicas de las fábricas. Además, la aparición de las corporaciones industriales, a mediados del siglo XIX, que eran propiedad de accionistas anónimos y gestionadas por profesionales, elevó aún más la importancia del papel de la contabilidad en la gestión empresarial.

En la segunda mitad del siglo XX, la teneduría de libros, que es una parte fundamental de cualquier sistema contable, empezó a ser cada vez más automatizada gracias a la informática. Por lo tanto, en la actualidad, la mayoría de estas tareas son realizadas por ordenadores o computadoras. La amplia difusión del uso de equipos informáticos ha permitido una mayor eficiencia en la contabilidad, y por ello, se utiliza con frecuencia el término procesamiento de datos, mientras que el concepto de teneduría de libros ha perdido relevancia.