Biósfera Tawahka Asangni

Ubicada en el corazón del Corredor Biológico Mesoamericano, en los límites de los departamentos de Olancho y Gracias a Dios, la Reserva de la Biósfera del Tawahka, creada mediante el Decreto No. 157-99, se extiende a lo largo de 233,142 hectáreas.

Este territorio alberga a las comunidades Tawahka, así como a varias localidades no indígenas que se caracterizan como asentamientos de colonizadores agrícolas. Lamentablemente, se estima que alrededor de 36,174 hectáreas, equivalente al 15% de la biosfera, han sido afectadas por actividades de deforestación. El 67% de esta superficie se destina a pastizales para el ganado mayor y cultivos de granos básicos.

 

Introducción

La ubicación específica de la Reserva de la Biósfera del Tawahka abarca los municipios de Dulce Nombre de Culmi en Olancho y Wampusirpi en Gracias a Dios. En sus límites, se encuentran comunidades Misquitas y Mestizas. Estas últimas se han formado recientemente debido a la migración de personas en busca de tierras "libres" o de bajo costo para actividades agrícolas y ganaderas. En muchos casos, estas familias están compuestas por individuos que huyen de la justicia hondureña por delitos cometidos, lo que representa un riesgo inminente para la seguridad física de las comunidades Tawahkas y Misquitas.

La Reserva de la Biósfera del Tawahka es una región rica en biodiversidad que aún no ha sido completamente catalogada. Se destaca por ser una de las áreas protegidas más extensas del país. Su flora incluye diversas especies de árboles maderables, como caoba, cedro y maría, que se utilizan en la fabricación de artesanías. También se encuentran árboles como el tuno y el majao, así como plantas medicinales, como la que se usa para contrarrestar el veneno del barba amarilla, que es común en la zona.

En cuanto a su fauna, la reserva alberga especies como el tapir, el venado y más de cinco variedades de monos, incluyendo el cariblanco y el olingo. Además, se encuentra una población considerable de jabalíes, jaguillas, armadillos, mapaches, tigres y otros mamíferos más pequeños.

En lo que respecta a las aves, se pueden observar guacamayos, loros, pajuiles, pavos, chachalacas, águilas arpías, gavilanes y otras aves de menor tamaño en abundancia, lo que presenta un gran potencial para el turismo ecológico. La elevación más alta de la Reserva de la Biósfera del Tawahka no supera los 1000 metros sobre el nivel del mar, destacándose el Cerro Asangbusna, reconocido como un sitio ceremonial ancestral del pueblo Tawahka.

Esta área protegida cuenta con una gran cantidad de fuentes de agua natural, incluyendo más de siete ríos con cauces que varían entre 20 y 100 metros de ancho. Entre los ríos más importantes se encuentra el Río Patuca, formado por la confluencia de los ríos Guayape y Guayambre.

A lo largo de su curso, el Río Patuca recibe las aguas de otros ríos, como el Río Wampú, el Río Cuyamel, el Río Aner, el Río Wasparasni, el Capapan y el Río Pao. Este sistema fluvial se convierte en una vía de transporte esencial, ya que la zona carece de carreteras para vehículos automotores. Estos ríos albergan una variada fauna acuática, incluyendo lagartos, pescados cuyamel, tortugas, camarones, cangrejos y tilapias que se establecieron a través del desbordamiento de un estanque de reproducción artificial en una hacienda privada de la región.

Pueblo Tawahka

El pueblo Tawahka reside en la región conocida como el Patuca Medio, dentro de la Reserva de la Biosfera Tawahka Asangni. Esta reserva forma parte de la sección hondureña del Corredor Biológico y Cultural Mesoamericano y es reconocida como la segunda reserva forestal más extensa de América. La comunidad Tawahka se divide en seis asentamientos: Parawasito, Kunkunwas, Yapuwas, Sutakwas, Krautara y Krausirpi. Aunque originalmente estaba cubierto por bosque tropical lluvioso o subtropical, la deforestación ha causado una significativa degradación del entorno. En la actualidad, la Reserva de la Biosfera Tawahka Asangni, oficialmente declarada como zona protegida por el Congreso Nacional de Honduras en diciembre de 1999, se enfrenta a una amenaza seria debido a la expansión de la ganadería.

Cultural y lingüísticamente, el pueblo Tawahka es un subgrupo de la familia misumalpa (que incluye a los Sumos, Miskitos y Matagalpas), con raíces en la macrofamilia chibcha. Estos grupos migraron en tiempos antiguos desde el sur del continente americano. El término "sumos" ha sido empleado de manera equivocada por algunos investigadores y no refleja con precisión la identidad de los Tawahkas.

El idioma principal de los Tawahkas es el tawahka, pero también utilizan el misquito como segunda lengua y el español. El tawahka es una lengua relacionada con el matagalpa y el miskito, todos pertenecientes a la macrofamilia chibcha.

En cuanto a su subsistencia, los Tawahkas cultivan yuca, plátano, arroz, frijoles y cacao. Sus actividades agrícolas se complementan con la caza y la pesca. Además, son hábiles artesanos, confeccionando productos como bolsas, hamacas, trajes típicos, canoas (cayucos), instrumentos musicales (pipantes, canaletes, morteros, mazos), entre otros, a partir del majao y la madera. El trabajo asalariado es poco común, y en el pasado, algunos miembros de la comunidad se dedicaban a la extracción de oro.

La relativa aislación en la que han vivido durante un tiempo ha contribuido a la preservación de su cultura, conocimientos, tradiciones, cosmovisión y lengua. Los Tawahkas basan su universo cultural en la solidaridad entre sus miembros y en su estrecha relación de equilibrio con la naturaleza. Son reconocidos por su conocimiento sobre el uso de aproximadamente el 75% de las plantas en su entorno natural, lo que los convierte en uno de los pueblos indígenas de América con un profundo entendimiento de la flora de su región.