Municipio Lejamaní, en el Departamento de Comayagua
Lejamaní es uno de los municipios más históricos de Honduras, ubicado en el corazón del Valle de Comayagua. Su nombre refleja sus raíces lencas —significa "lugar donde se tallan piedras preciosas" — un legado que perdura en su identidad cultural. Desde sus orígenes como aldea indígena hasta su consolidación urbana, este territorio ha sido testigo de múltiples transformaciones.
Indice de Contenido
Introducción
Enclavado al pie de la Montaña Playón y al sur del río Tepanguare, Lejamaní disfruta de un entorno geográfico privilegiado que combina paisajes montañosos y fértiles valles agrícolas. Su economía está profundamente arraigada en la agricultura, con cultivos tradicionales e innovadores que sustentan el desarrollo local.
A pesar de su tamaño relativamente pequeño —aproximadamente 21.7 km²—, Lejamaní destaca por su importante producción agropecuaria y su papel en la economía regional. Asimismo, la cultura lenca sigue viva, reflejada en costumbres, festividades y prácticas cotidianas que fortalecen el sentido de comunidad.
Este municipio cuenta además con atractivos naturales y turísticos que han contribuido a generar un incipiente desarrollo del sector servicios y recreativo. Espacios como balnearios y zonas naturales se han convertido en destinos frecuentes tanto para locales como para visitantes.
Finalmente, Lejamaní representa un fascinante ejemplo de cómo una comunidad pequeña puede preservar sus tradiciones, impulsar su desarrollo y adaptarse a los desafíos del mundo moderno, sin perder su esencia histórica y cultural.
Historia / Datos históricos relevantes
Lejamaní fue fundado en 1630 como aldea llamada Dexamano, bajo encomienda del rey Felipe II. Debido a dificultades en la pronunciación, los locales la llamaban Lejamane, eventualmente evolucionando a Lejamaní.
En el censo de 1791, Lejamaní era parte del curato de Ajuterique. Fue elevado a municipio mediante el acuerdo número 23 del Poder Ejecutivo el 13 de septiembre de 1842, integrándose al Distrito de Comayagua.
El nombre “Lejamaní” en lengua lenca significa “lugar donde se tallan piedras preciosas”, reflejo de su herencia cultural indígena. Los primeros pobladores eran descendientes de grupos originarios como los lencas, y conservan prácticas tradicionales como el Guancasco y la forma de cargar a los niños.
Las fiestas patronales del municipio se celebran el 24 de junio en honor a San Juan y el 17 de diciembre en honor a la Virgen de los Dolores, fechas en las que se refuerza la identidad local y la cohesión comunitaria.
Ubicación y Coordenadas
Lejamaní está situado en el Valle de Comayagua, al sur del departamento del mismo nombre. Se encuentra al pie de la Montaña Playón y al sur del río Tepanguare. Está a unos 12 km al suroeste de la ciudad de Comayagua y 6 km al norte de La Paz, cabecera del departamento homónimo.
Sus coordenadas geográficas son 14.37° N (latitud) y –87.72° O (longitud), con una superficie aproximada de 21.7 km². Además, se estima que está a unos 27.26 km de Tegucigalpa, la capital de Honduras.
Actividad económica e Infraestructura
La base económica de Lejamaní radica en la agricultura, con cultivos variados como maíz, frijol, arroz, cebollas, y frutas. También se destacan cultivos orientales y hortalizas como pepino, tomate, yuca, repollo, chile y tabaco.
En menor escala, hay presencia de ganadería, incluyendo bovinos, porcinos, equinos y producción avícola con gallinas, gallos y pollos. Esto complementa la economía local y proporciona diversidad productiva.
La infraestructura para apoyar la producción agrícola incluye sistemas de riego —por gravedad y por goteo— y silos metálicos para almacenamiento de granos, gestionados con apoyo municipal y programas como PROMORCO.
En términos de servicios y recreación, destaca el Centro Turístico El Muelle, ubicado a unos 500 m del parque central del municipio. Ofrece piscinas, toboganes, áreas verdes, música en vivo y servicio para eventos, con amenidades como parqueo y Wi-Fi.
Clima
El clima de Lejamaní es templado, con temperaturas diarias promedio que rondan los 30 °C.
Esta condición climática favorece el desarrollo de cultivos diversos y permite que haya una actividad agrícola sostenible y variada.
La ubicación en el valle y la proximidad a montañas como el Playón contribuyen a la regularidad del clima, con suficientes lluvias y humedad moderada, lo cual beneficia tanto a la agricultura como a la biodiversidad local.
Aunque no hay datos detallados sobre variaciones estacionales, el entorno geográfico sugiere un clima con épocas más secas y otras más lluviosas, típico de la región central hondureña, propicio para los cultivos de temporada y la ganadería.
Gastronomía
La gastronomía de Lejamaní refleja su tradición agrícola, destacando platillos basados en maíz, frijol y cebolla, esta última tan emblemática que ha valido al municipio el título de “cuna de la cebolla” en Honduras.
Entre los productos tradicionales se mencionan las rosquillas de América, una delicia típica del barrio San Antonio que forma parte del patrimonio culinario local.
En eventos como su feria patronal (17–21 de diciembre), la oferta gastronómica se enriquece con platillos tradicionales, bebidas y dulces festivos, reforzando la cultura local y el sentido de comunidad.
La oferta en centros recreativos como “El Muelle” probablemente incluye comidas y snacks, aunque destinada a un público más orientado al turismo y la convivencia familiar.
Relieve, Geografía y Orografía
Lejamaní se encuentra en un valle rodeado de montañas, con la Montaña Playón como uno de sus puntos de referencia geográfica más destacados. También se menciona el Cerro la Cruz (también conocido como Cerro Gorra de Cuero) como elemento orográfico relevante.
El relieve permite una combinación de terrenos fértiles en el valle y elevaciones boscosas que ofrecen paisajes diversos y recursos naturales variados.
En el municipio se encuentra un atractivo natural llamado La Chorrera, una cascada de aproximadamente 70 m de altura, rodeada de naturaleza exuberante que enriquece la geografía local.
Estas características hacen de Lejamaní un entorno atractivo tanto para la agricultura como para el turismo comunitario y ecológico, aprovechando sus elementos orográficos para desarrollo local.
Hidrografía
Al sur del municipio fluye el río Tepanguare, que delimita parte de su territorio y forma parte del paisaje hidrográfico de la región.
Existen además otras corrientes de agua menores, como la Quebrada La Avías, que complementan el sistema hidrográfico local y ofrecen recursos naturales para la agricultura y el disfrute recreativo.
Estos cuerpos de agua alimentan el riego agrícola, contribuyen a mantener la biodiversidad y permiten el desarrollo de microecosistemas y atractivos naturales.
La combinación del río y las quebradas, junto con la cascada de La Chorrera, conforman un entorno hídrico que enriquece el paisaje y ofrece oportunidades para el ecoturismo.
Flora y Fauna
Aunque no hay estudios específicos sobre flora y fauna de Lejamaní, su ubicación en el valle y cercanía a montañas sugiere presencia de ecosistemas templados con vegetación como bosques mesófilos, helechos, musgos y plantas epifitas comunes en zonas montañosas del Departamento de Comayagua.
La fauna podría incluir aves adaptadas a la región, insectos y mamíferos pequeños que habitan en los bordes del valle y áreas boscosas.
El manejo agrícola y la cercanía humana limitan la diversidad faunística, pero áreas naturales como la montaña y cascadas podrían servir como refugio para especies locales.
El entorno natural y la vegetación autóctona ofrecen oportunidades para iniciativas de conservación y turismo ecológico, fomentando el conocimiento y preservación de la biodiversidad local.