El cine hondureño: evolución y producciones recientes

El cine hondureño ha experimentado una notable evolución en las últimas décadas, consolidándose como una expresión artística que refleja la identidad y cultura del país. Desde sus inicios modestos hasta las producciones contemporáneas que han ganado reconocimiento internacional, el séptimo arte en Honduras ha recorrido un camino lleno de desafíos y logros.​

 
 

Introducción

En los años recientes, la producción cinematográfica hondureña ha mostrado un crecimiento significativo, tanto en cantidad como en calidad. Este auge se debe en parte al talento emergente de cineastas locales y al apoyo institucional que ha fortalecido la industria. Películas como "Café con Sabor a Mi Tierra" y "Días de Luz" han demostrado el potencial del cine nacional para contar historias universales con un enfoque local.

El cine hondureno

 

Además, la implementación de políticas públicas, como la Ley de Cinematografía de Honduras y la creación del Instituto Hondureño de Cinematografía (IHCINE), ha proporcionado un marco legal y financiero que impulsa la producción y distribución de obras cinematográficas. Estos avances han permitido que el cine hondureño no solo se consolide en el ámbito nacional, sino que también alcance audiencias internacionales.

Orígenes y evolución del cine hondureño

El cine en Honduras tiene sus raíces en la década de 1960, cuando Sami Kafati, considerado el primer cineasta hondureño, produjo la película experimental "Mi Amigo Ángel" en 1962. Esta obra marcó el inicio de la cinematografía en el país, estableciendo un precedente para futuras producciones. A lo largo de los años, el cine hondureño ha evolucionado, pasando de producciones esporádicas a una industria en crecimiento.​

En las décadas siguientes, surgieron películas como "No hay Tierra Sin Dueño" (1984-1996) de Sami Kafati, que abordaban temas sociales y políticos relevantes para la sociedad hondureña. Estas obras reflejaban las preocupaciones y aspiraciones del pueblo, utilizando el cine como una herramienta de expresión y reflexión.​

El nuevo milenio trajo consigo una revitalización del cine hondureño, con producciones como "Almas de la Medianoche" (2001) de Juan Carlos Fanconi y "Amor y Frijoles" (2009) de Guacamaya Films. Estas películas demostraron que era posible crear cine de calidad en Honduras, abordando historias locales con un enfoque universal.​

En la última década, el cine hondureño ha experimentado un auge significativo, con un aumento en la cantidad y diversidad de producciones. Este crecimiento se ha visto impulsado por la formación de nuevos talentos y el apoyo de instituciones y empresas privadas, que han fomentado la creación de cortometrajes, documentales y largometrajes. El Festival Ícaro, el festival internacional de cine más importante de Centroamérica y el Caribe, ha sido una plataforma clave para la difusión del cine hondureño.​

Institucionalización y apoyo al cine nacional

La promulgación de la Ley de Cinematografía de Honduras en diciembre de 2019 marcó un hito en el desarrollo del cine nacional. Esta legislación estableció un fondo de 40 millones de lempiras destinado a la formación, promoción y financiamiento de proyectos cinematográficos, incentivando la participación de cineastas locales y atrayendo inversiones extranjeras.​

La ley también contempla incentivos fiscales para personas naturales y jurídicas que inviertan en producciones cinematográficas, así como exoneraciones de impuestos para producciones internacionales que se realicen en el país. Estas medidas buscan fomentar la competitividad y proteger la cinematografía nacional, reconociendo su importancia como patrimonio cultural y herramienta de desarrollo económico.​

El Instituto Hondureño de Cinematografía (IHCINE), creado como parte de esta legislación, es el ente rector encargado de promover y regular la actividad cinematográfica en el país. Entre sus funciones se encuentran la certificación de obras cinematográficas nacionales, el registro de producciones y la implementación de programas de formación y apoyo a cineastas.​

Además, IHCINE ha lanzado iniciativas como la Convocatoria Sami Kafati, que busca democratizar el acceso a los recursos del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FONDECI) y apoyar proyectos en diversas etapas de producción. Esta convocatoria rinde homenaje al pionero del cine hondureño y refleja el compromiso institucional con el crecimiento sostenido y dinámico de la industria cinematográfica nacional.​

Producciones recientes y reconocimiento internacional

En los últimos años, varias producciones hondureñas han logrado destacarse en festivales internacionales, evidenciando la calidad y diversidad del cine nacional. La película "Días de Luz" (2019), una coproducción centroamericana que incluye a Honduras, fue preseleccionada para la nominación al Premio Óscar a la mejor película internacional, lo que representó un importante reconocimiento para la región.​

Otro ejemplo es el documental "Allá donde nace el sol", codirigido por Laura Bermúdez y Jorge García, que obtuvo un premio en la sección "Industria, cine en construcción" del Festival Internacional de Cine de Monterrey en 2024. Esta obra, que narra la historia de un músico afrodescendiente en el Caribe hondureño, también recibió apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía y del IHCINE, y se espera su estreno en 2025.​

Asimismo, las películas "La Condesa" y "90 Minutos" participaron en la 28ª edición del San Diego Film Festival, representando a Honduras en un evento de gran prestigio. "90 Minutos", dirigida por Aeden O’Connor, incluso ganó el Premio de la Audiencia en el Miami Film Festival, siendo la primera película hondureña en estrenarse en Estados Unidos.​

Estas producciones demuestran el creciente reconocimiento del cine hondureño en el ámbito internacional, así como la capacidad de los cineastas locales para contar historias que resuenan más allá de las fronteras nacionales. El apoyo institucional y la participación en festivales han sido clave para posicionar al cine hondureño en la escena global.​

Desafíos y oportunidades en la era digital

La pandemia del COVID-19 representó un desafío significativo para la industria cinematográfica hondureña, obligando a cineastas y productores a adaptarse a nuevas formas de distribución y producción. Con las salas de cine cerradas y restricciones en los rodajes, muchos optaron por explorar plataformas digitales como alternativa para exhibir sus obras.​

El cineasta Servio Tulio Mateo señaló que la crisis sanitaria cambió las reglas del juego, impulsando a los creadores a buscar nuevas rutas de exhibición en línea. Esta situación también resaltó la necesidad de establecer protocolos de bioseguridad en las producciones y de contar con apoyo estatal para facilitar el acceso a financiamiento y equipos.​

A pesar de los desafíos, la pandemia también abrió oportunidades para el cine hondureño, al fomentar la innovación y la adopción de tecnologías digitales. La posibilidad de llegar a audiencias globales a través de plataformas de streaming ha ampliado el alcance del cine nacional, permitiendo que más personas descubran las historias y talentos de Honduras.​

Además, la crisis evidenció la importancia de contar con un marco legal y financiero sólido que respalde a la industria cinematográfica en tiempos de incertidumbre. La Ley de Cinematografía y el trabajo de IHCINE son fundamentales para garantizar la sostenibilidad y el crecimiento del cine hondureño en el futuro.​

Cineastas destacados y nuevas producciones

Carlos Membreño es uno de los cineastas hondureños más reconocidos, con películas exitosas como "Una Loca Navidad Catracha" y "Un loco Verano Catracho". Su producción más galardonada, "Café con Sabor a Mi Tierra", fue preseleccionada para los premios Óscar en 2018 como mejor película internacional.​

Actualmente, Membreño trabaja en su sexta película, ambientada en los años ochenta y protagonizada por niños y niñas. Aunque aún no se ha revelado el título, se espera que esta obra resalte la tradición y cultura de Honduras, y que se estrene en noviembre de 2024.​

Otra producción esperada es "Una loca Navidad catracha 2", continuación de la saga navideña de Membreño. Esta comedia, con toques de humor catracho y ambientada en los años ochenta, se encuentra en la etapa final de rodaje y se espera su estreno en diciembre de 2024.​

Estas nuevas producciones reflejan la vitalidad y creatividad del cine hondureño, así como el compromiso de sus creadores por contar historias que conecten con el público local e internacional. El futuro del cine en Honduras se vislumbra prometedor, con una generación de cineastas dispuestos a llevar el séptimo arte nacional a nuevas alturas.​

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Soy el fundador de Corporación KRONOZ, divulgador de ciencia, amante de la naturaleza, y fiel creyente del error y superación del ser humano, “El tiempo es solo una mera ilusión, el pasado, el presente y el futuro, existen simultáneamente, como parte de un rompecabezas, sin principio ni final”.

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