El Escudo Nacional de Honduras

El escudo de Honduras, surgido mediante el Decreto Legislativo del 3 de octubre de 1825, incorpora símbolos que reflejan tanto su territorio como su rica historia, así como la diversidad de recursos naturales presentes en el país. Una modificación posterior, establecida a través del Decreto Legislativo n.º 7 el 16 de febrero de 1866 (que también dio origen a la actual Bandera de Honduras), fue registrada en el Boletín Legislativo (de Comayagua) n.º 4 el 6 de marzo del mismo año. Este cambio tuvo lugar durante la presidencia de don José María Medina, sustituyendo el gorro frigio con luces, que antes se ubicaba bajo el arcoíris y sobre el volcán entre los dos castillos, por la representación de un sol poniente.

 

Introducción

Este emblema, siendo el segundo símbolo más significativo, desempeña un papel crucial en la proyección de nuestra identidad más allá de nuestras fronteras, contribuyendo al acervo cultural de las naciones y al proceso de construcción de un Estado República. El Escudo de Honduras presenta en su sección superior una aljaba rebosante de flechas, simbolizando la vida de los guerreros indígenas y recordando las luchas que enfrentaron contra los españoles durante la época de la conquista.

Escudo Nacional Honduras

 

El gorro frigio, ubicado junto a las flechas, evoca la Revolución Francesa, marcando el momento en que se conquistó la anhelada libertad y se establecieron los tres derechos fundamentales del hombre: libertad, igualdad y fraternidad.

Tras la separación política de Centroamérica de España, cada nación creó su propio escudo, experimentando modificaciones significativas. El 7 de mayo de 1862, se llevó a cabo una modificación sustancial que incluyó la alteración de la leyenda a "República de Honduras, libre soberana e independiente. 15 de septiembre de 1821", acompañada por la adición de tres árboles a cada lado, representando tanto el roble como el pino.

Los componentes del escudo nacional fueron establecidos hace varios siglos, reflejando las percepciones que se tenían de la nación a principios del siglo XIX. A lo largo de los años, con el desarrollo del sistema educativo y la amplia reproducción del escudo en la iconografía nacional, este ha ganado un lugar destacado en la conciencia colectiva de los hondureños. Para muchos, se ha convertido en un elemento irremplazable del imaginario nacional, consolidando su significado a medida que ha perdurado en el tiempo.

Elementos del Escudo

Los componentes esenciales que componen el distintivo Escudo Nacional de Honduras son una amalgama representativa que exalta la identidad y riqueza del país. Cada elemento, meticulosamente dispuesto, despierta una simbología intrínseca que resalta la historia y valores de la nación.

  • Ajaba llena de flechas: En la porción superior del escudo, una aljaba repleta de flechas se erige como un tributo a la población indígena, personificando la férrea vida guerrera de los ancestros hondureños. Este ícono perpetúa el recuerdo eterno del Cacique Lempira, insigne líder de la resistencia indígena.

  • Cuernos de la abundancia: A continuación, dos cuernos de la abundancia, entrelazados por un robusto lazo y suspendidos de la aljaba, ostentan una profusión de frutas y flores, simbolizando la exuberante riqueza vegetal de Honduras. Este elemento, con su opulencia visual, destaca la generosidad natural del país.

  • El cielo azul: el que adorna el escudo representa el firmamento límpido que cotidianamente contemplamos los hondureños. En su esencia, personifica la magnificencia de la divinidad, bajo cuya tutela mantenemos nuestra pureza ideológica y la firmeza de nuestros propósitos.

  • El triángulo equilátero: En el centro del óvalo resalta un triángulo equilátero, emblema de la perfecta igualdad que ostentan los hondureños ante la ley. Esta figura geométrica proclama la equidad de derechos y deberes para todos los ciudadanos.

  • El volcán: enmarcado entre dos castillos, evoca la pertenencia a los cinco volcanes que conformaban la base del triángulo equilátero en el Escudo Federal de las Provincias Unidas de Centroamérica. Un recordatorio tangible de la geografía ancestral.

  • Los castillos: Dos castillos estratégicamente situados, uno en la costa Atlántica y otro en la del Golfo de Fonseca, simbolizan las fortificaciones ante las cuales se puso a prueba la fuerza indomable de los aborígenes frente a las incursiones conquistadoras españolas.

  • El sol naciente: ubicado bajo el arcoíris, derrama luz sobre el horizonte, resaltando la belleza inigualable de Honduras. Este astro emergente encarna la libertad, el amor patrio y la esperanza que ilumina el camino hacia el progreso.

  • El arcoíris: que se despliega sobre el sol naciente, simboliza la paz y la unión familiar, elevando los ideales compartidos por la sociedad hondureña.

  • Los dos mares: representados por el océano que baña el suelo sobre el cual reposa el triángulo equilátero, encarnan los vastos océanos Atlántico y Pacífico. Esta imagen rememora la ruta trazada por Cristóbal Colón en su llegada a esta tierra bendita en 1502.

  • Un óvalo: como receptáculo exclusivo, simboliza el lugar reservado para conmemorar la fecha significativa de la emancipación política del país. La leyenda dorada que bordea el óvalo proclama la República de Honduras como libre, soberana e independiente desde el 15 de septiembre de 1821.

  • Arboles: A ambos lados del escudo nacional, tres árboles de roble a la derecha y tres de pino a la izquierda, representan la inmensa riqueza de recursos naturales que atesora Honduras.

  • La cordillera de montañas: sobre la cual descansa el óvalo, simboliza la topografía montañosa del territorio hondureño y la diversidad climática que caracteriza la región.

  • Las minas y las herramientas: elementos finales del escudo, indican la riqueza subterránea que Honduras alberga, destacando sus vastos depósitos de metales preciosos como el oro y la plata. En conjunto, estos componentes componen una obra emblemática que encapsula la riqueza cultural y natural de Honduras.

Creación y modificación del Escudo Nacional

El Escudo Nacional se creó el 3 de octubre de 1825 por este Decreto Legislativo de la Asamblea Nacional Constituyente del Estado de Honduras, siendo jefe del Estado Dionisio de Herrera:

EL ESCUDO DE ARMAS DEL ESTADO es un triángulo equilátero, en su base aparecerá un volcán entre dos castillos, sobre los cuales se levantará el arco iris que cubre el gorro frigio de la libertad, esparciendo luz. Este triángulo estará colocado sobre un terreno que figure bañado por ambos mares (Pacífico y Atlántico). En torno del triángulo se escribirá con letras de oro: ESTADO DE HONDURAS DE LA FEDERACIÓN DEL CENTRO. El escudo será cubierto en su parte superior por los cuernos de la abundancia, unidos por un lazo, y descansará sobre una cordillera de montañas, en las que aparecerán las minas, una barra, un barreno, una cuña, una almádana y un martillo.

El 10 de enero de 1935 se modificó el Escudo Nacional por el siguiente Decreto Legislativo n.º 16, siendo Presidente de la República el general Tiburcio Carías Andino:

DECRETO n.º 16

En vista de la excitativa de la Secretaría de Estado en el Despacho de Relaciones Exteriores, para que se provea la uniformidad del Escudo que deben usar los Consulados y Legaciones de la República; y,

Considerando: Que conviene establecer la uniformidad indicada no sólo para los Consulados y Legaciones, sino para todos los usos, de modo claro y general.

DECRETA:

Art. 1º.- El Escudo que debe usarse es un triángulo equilátero. En su base hay un volcán entre dos castillos, sobre los cuales está el arco iris y debajo de éste, tras el volcán, se levanta un sol esparciendo luz. El triángulo colocado sobre un terreno que figure bañado por ambos mares. En torno de él, un óvalo que contiene las letras de oro: REPÚBLICA DE HONDURAS LIBRE, SOBERANA, INDEPENDIENTE. – 15 DE SEPTIEMBRE DE 1821. En la parte superior del óvalo aparece un carcaj lleno de flechas de la que penden cuernos de la abundancia unidos por un lazo, y descansando todo sobre una cordillera de montañas, en las que descuellan tres árboles de roble a la derecha y tres pinos a la izquierda y en distribución conveniente, las minas, una barra, un barreno, una cuña, una almádana y un martillo.

Art. 2º.- El presente Decreto empezará a regir veinte días después de su promulgación.

Dado en Tegucigalpa, D.C., en el Salón de Sesiones, a diez de enero de mil novecientos treinta y cinco. Antonio C. Rivera, Presidente: - M. A. Batres, Secretario. Rodolfo Z. Velásquez, Secretario

Al Poder Ejecutivo.- Por tanto: Ejecútese.-
Tiburcio Carías A.

El Secretario de Estado en los Despachos de Gobernación, Justicia, Sanidad y Beneficencia. –Abraham Williams.

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Kilo tapias peralta Escobar

Soy el fundador de Corporación KRONOZ, divulgador de ciencia, amante de la naturaleza, y fiel creyente del error y superación del ser humano, “El tiempo es solo una mera ilusión, el pasado, el presente y el futuro, existen simultáneamente, como parte de un rompecabezas, sin principio ni final”.

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