Reserva Antropológica de Tawahka

La Reserva Antropológica de Tawahka se sitúa en un exuberante bosque tropical, y en su interior alberga el último refugio de la comunidad Tawahka, una de las poblaciones más vulnerables de Honduras, junto con los Hicaques. Esta reserva se encuentra en el norte del Parque Nacional Patuca, abarcando los territorios de los departamentos de Olancho y Gracias a Dios, en las proximidades de la frontera con Nicaragua.

 

Introducción

La Reserva Antropológica Tawahka fue establecida el 20 de octubre de 1999, en reconocimiento a su extraordinaria riqueza tanto en términos biológicos como culturales. Destaca por ser la única área protegida cuya promoción y propuesta provino directamente de una comunidad indígena, los Tawahka. Estos mismos individuos iniciaron su incansable lucha por la declaración de la reserva desde el año 1988.

Ocupando un área extensa de 2,520 kilómetros cuadrados, la Reserva Antropológica de Tawahka se encuentra inmersa en un exuberante bosque tropical lluvioso, integrando así la porción hondureña del Corredor Biológico y Cultural Mesoamericano.

Este rincón es el hogar de los Tawahkas, una comunidad indígena que, en términos culturales y lingüísticos, se adscribe al grupo étnico Misumalpa, que forma parte del amplio linaje Macro Chibcha. Los antepasados de los Tawahkas emigraron desde América del Sur para establecerse en estas tierras.

Además de los Tawahkas, en la República de Nicaragua, se pueden encontrar comunidades Panamakas y Ulwas, sumando un total aproximado de 9,000 indígenas. Las comunidades Tawahkas tienen su asentamiento a lo largo de las orillas del río Patuca, el cual no solo les sirve como principal vía de comunicación, sino que también desempeña un papel fundamental en sus actividades diarias, incluyendo tareas domésticas, agricultura, pesca y transporte.

Actualmente, los Tawahkas están dispersos en cinco comunidades: Krautara y Krausirpe en el Municipio de Wampusirpi, en el departamento de Gracias a Dios; y Yapuwas, Kamakasna y Parawas en el Municipio de Dulce Nombre de Culmí, en el Departamento de Olancho. Según datos de la Federación Indígena Tawahka, estas cinco comunidades albergan a aproximadamente 1,500 miembros de la comunidad indígena.

La Reserva Antropológica de Tawahka es un lugar de una belleza natural incomparable, donde sus habitantes viven en armonía con la naturaleza. Sin embargo, la amenaza de la colonización descontrolada plantea un desafío constante para la preservación de la región de la Mosquitia.

El río Patuca fluye a través del corazón de la Reserva Antropológica Tawahka y acaricia las orillas de Wampusirpe, la principal localidad del nuevo municipio que lleva el mismo nombre.

En cuanto a la región occidental de la reserva, esta se encuentra bajo la jurisdicción de los municipios de Dulce Nombre de Culmí al sur y de Iriona al norte. Además, Wampusirpe en el lado oriental se superpone con una porción de la reserva, así como con la región sudeste de la biosfera del río Plátano.

Flora y Fauna

La fauna de esta región es variada y abundante, con ejemplares como el tapir, el venado y más de cinco tipos diferentes de monos, incluyendo el cariblanco y el olingo. También se encuentra una población considerable de jabalíes, jaguillas, armadillos, mapaches, tigres y otros mamíferos de menor tamaño.

En cuanto a las aves, se pueden avistar guaras, loros, pajuiles, pavos, chachalacas, águilas arpía, gavilanes y muchas otras en grandes cantidades, lo que constituye un sólido potencial para el desarrollo del turismo ecológico. La elevación más alta en la BTA no supera los 1000 metros sobre el nivel del mar, y entre las cimas más altas se encuentra el Cerro Asangbusna, reconocido como un sitio ceremonial ancestral del pueblo Tawahka.

Esta área protegida es rica en fuentes naturales de agua, incluyendo más de siete ríos con cauces que varían entre los 20 y 100 metros de ancho. El río más grande es el Río Patuca, formado por la unión de los ríos Guayape y Guayambre, y a lo largo de su curso recibe las aguas de otros ríos como el Río Wampú, el Río Cuyamel, el Río Aner, el Río Wasparasni, el Capapan y el Río Pao.

Esta red fluvial se convierte en una vía de transporte excepcional, ya que la zona carece de carreteras aptas para vehículos automotores. Además, estos ríos albergan una diversidad de especies acuáticas, como lagartos, peces cuyamel, tortugas, camarones, cangrejos y tilapias, algunas de las cuales se originaron a partir del desbordamiento de un estanque de reproducción artificial en una hacienda privada de la región.