Municipio La Jigua, en el Departamento de Copán
El municipio de La Jigua, ubicado en el departamento de Copán, Honduras, constituye una zona de gran riqueza histórica, cultural y ecológica. Su nombre, derivado del náhuatl Xihuacan, significa “lugar que posee turquesas”, evocando su herencia ancestral y conexión con sabores autóctonos.
Indice de Contenido
Introducción
Geográficamente, La Jigua está estratégicamente situada en el valle del río Chamelecón, en la confluencia con el río Tepemechín, lo cual le confiere una rica diversidad natural y una base productiva agrícola que ha sostenido a sus comunidades durante siglos.
Fundada oficialmente como municipio el 13 de julio de 1965 tras haber sido parte de Florida, La Jigua posee un tejido histórico que se remonta al siglo XVIII y con raíces comunitarias aún más antiguas, reflejando su evolución política y social.
La combinación de su contexto rural, su floreciente economía basada en la agricultura, y su cercanía a destinos arqueológicos —como el sitio maya El Puente— la convierte en una joya por descubrir en el occidente hondureño.
Historia / Datos Históricos Relevantes
La historia de La Jigua se remonta a antes de la época colonial, con indicios de poblaciones prehispánicas ubicadas en sitios como “Los Cerritos”. Estas raíces tempranas apuntan a una tradición comunitaria profunda, posteriormente remodelada durante la colonización.
En 1729, la población fue referida como Santiago de los Caballeros de Xiguat, con “Xihuacan” significando “lugar que posee turquesas”, aunque la forma moderna del nombre, La Jigua, aparecería recién en 1791.
Durante la fundación del municipio de Florida en 1875, La Jigua quedó incorporada a este distrito. No fue hasta el 13 de julio de 1965 cuando, mediante el Acuerdo Gubernamental Número 190, fue elevada a la condición de municipio independiente bajo la presidencia del general Oswaldo López Arellano.
Este proceso fue impulsado por líderes comunitarios como Arturo Mejía, Rafael Claudino y Everardo Barrera, quienes encabezaron la lucha para obtener autonomía política y administrativa para su pueblo.
Finalmente, la fundación del Parque Arqueológico El Puente en 1994 marcó un hito cultural e histórico, al consolidarse como el segundo parque arqueológico del país, tras Copán Ruinas, y con una fuerte apuesta por rescatar y promover la herencia maya presente en la región.
Ubicación y Coordenadas
La Jigua se localiza en el departamento de Copán, al noroeste de Honduras, aproximadamente a 30 km al norte de Santa Rosa de Copán, capital departamental. Sus coordenadas geográficas son aproximadamente 15.04° N de latitud y -88.8° O de longitud.
En cuanto a colindancias, el municipio limita al norte y oeste con Florida, al este con Nueva Arcadia y al sur con San Nicolás.
Actividad Económica e Infraestructura
La economía de La Jigua descansa mayoritariamente en el sector primario, con aproximadamente el 69 % de su población dedicándose a actividades como agricultura y ganadería.
Los cultivos predominantes incluyen maíz, frijoles y café, mientras que la ganadería—sobre todo bovina—representa una fuente relevante de ingresos para las familias rurales. La ubicación en el valle del río Chamelecón ofrece suelos fértiles y un entorno apropiado para la producción agropecuaria.
En cuanto a infraestructura vial, la Carretera Centroamericana 11 atraviesa el municipio, conectando La Jigua con Copán Ruinas, Guatemala al oeste, y La Entrada al este. También existe una vía secundaria hacia el norte que lleva al sitio arqueológico El Puente y a la aldea La Ruidosa.
Esta red vial favorece el transporte de productos agrícolas, el acceso a mercados, y la atracción de visitantes hacia sitios culturales, potenciando el potencial económico local.
Clima
La Jigua presenta un clima templado, con temperaturas diarias que oscilan entre 18 °C y 30 °C, y una humedad relativa promedio anual del 80 %.
Las lluvias se concentran principalmente en los meses de septiembre y octubre, mientras que los más secos son marzo y abril, estableciendo un patrón estacional bien marcado.
Este clima favorece los cultivos como el café, que requiere zonas frescas y húmedas, y también garantiza condiciones agradables para el disfrute de la naturaleza y para actividades agrícolas continuas durante buena parte del año.
Gastronomía
Aunque las fuentes consultadas no brindan información directa sobre la gastronomía específica de La Jigua, es razonable inferir que la dieta local comparte características comunes con la región occidental de Honduras: platos basados en maíz (tortillas, tamales, atol), frijoles, carne de res y café local.
La cercanía con zonas agrícolas de café sugiere también la presencia de bebidas tradicionales a base de este grano. Además, es probable que existan preparaciones caseras como tamales de maíz, carne guisada y sopas típicas que reflejan la riqueza cultural de esta zona rural de Copán.
Relieve, Geografía y Orografía
El municipio se extiende sobre un terreno variado que combina tierras de pasto, áreas agrícolas y bosques tanto de coníferas como de hojas anchas.
El valle del río Chamelecón y su confluencia con el río Tepemechín crean un entorno de suelo fértil, ideal para la agricultura. Además, los bosques circundantes brindan recursos maderables, ecosistemas diversos, y condiciones para conservación de la biodiversidad.
En general, el relieve de La Jigua muestra una mezcla altitudinal moderada y rasgos topográficos que facilitan actividades agrícolas mientras sostienen ecosistemas forestales preservados.
Hidrografía
La Jigua está atravesada por el valle del Río Chamelecón en su punto de encuentro con el Río Tepemechín, lo que configura una red hidrográfica importante para el municipio.
Esta configuración fluvial no sólo aporta agua para riego y consumo, sino que contribuye a la fertilidad del suelo, a la disponibilidad de recursos hídricos y al mantenimiento de la biodiversidad acuática y de ribera.
Flora y Fauna
La vegetación del municipio incluye pastizales y cultivos agrícolas junto a bosques de coníferas y especies de hoja ancha. Estos ecosistemas mixtos indican una transición entre zonas más abiertas y boscosas, con potencial para una amplia variedad de flora.
Aunque no hay datos específicos sobre fauna local, es previsible la presencia de especies silvestres típicas de bosque templado y de ribera, como aves, pequeños mamíferos y reptiles. La diversidad vegetal ofrece hábitats para fauna nativa, mientras que los bosques retienen funciones ecológicas clave.