Parque Nacional Celaque

El parque nacional Montaña de Celaque, conocido como Biosfera Celaque desde 2015, es un impresionante lugar protegido en la República de Honduras. Está compuesto por majestuosas montañas, hermosas mesetas y un exuberante bosque nuboso, siendo además el hogar del punto más alto de Centroamérica. En los últimos años, la UNESCO ha mostrado un notable interés en declararlo Patrimonio de la Humanidad.

 

Introducción

Su configuración muestra una característica distintiva: un macizo con pendientes empinadas y casi inaccesibles. Se encuentra ubicado en los departamentos de Copán, Ocotepeque y Lempira, en la parte occidental de Honduras. Las vías terrestres rodean esta imponente elevación y conectan las ciudades de Gracias y Santa Rosa de Copán.

Este macizo exhibe una flora diversa y una orografía fascinante. La cumbre de la montaña se asemeja a una corona rodeada por siete picos que encierran una amplia meseta. Desde esta meseta fluyen doce ríos, indicando la presencia de un gran acuífero en su interior. Entre los ríos más destacados se encuentran El Arcagual, Blanco, Cospa, Aruco, Grande, Mocal, Negro y otros, que se extienden hacia el norte y el sur del territorio.

El parque nacional Montaña de Celaque, también conocido como Biosfera Celaque, se encuentra cerca de la ciudad de Gracias, en el departamento de Lempira. También se puede acceder a través de la carretera del municipio de Belén Gualcho, en el departamento de Ocotepeque. En su núcleo, abarca una extensión de 236.5 km² y se caracteriza por ser un bosque nublado donde se encuentran seis de las siete especies de pino conocidas en Honduras.

El macizo cuenta con altas mesetas y cuatro picos que superan los 2,800 metros de altura. El Cerro Las Minas o Pico Celaque alcanza una altitud de 2,849 metros sobre el nivel del mar. En total, el parque abarca un área de 26,378 hectáreas, de las cuales 14,521 hectáreas corresponden a la zona núcleo intocable y 11,857 hectáreas a la zona de amortiguamiento.

El término lenca "Celaque" significa "recipiente de agua", haciendo referencia a los 11 ríos que fluyen desde esta montaña. El Congreso Nacional de Honduras emitió en 1987 la Ley #87-87, la cual protege al parque nacional Celaque bajo la jurisdicción del Estado hondureño.

Plan de manejo

En el año 2007, los 11 municipios que conforman el Comité Local de Áreas Protegidas (COLAP) y que firmaron el convenio de comanejo, decidieron establecer la Mancomunidad de Municipios del parque nacional Montaña de Celaque (MAPANCE). Esta iniciativa tenía como objetivo mejorar la coordinación y desarrollar acciones en el marco del convenio, así como legalizar su actuación. Para llevar a cabo esta acción, contaron con el apoyo del programa PRORENA y el ICF.

Como resultado de lo anterior, en 2008 se crea MAPANCE, integrando a 5 municipios con jurisdicción territorial sobre el área protegida y a otros 6 municipios que se benefician indirectamente de los bienes y servicios ambientales que ofrece el Parque. En 2009, se logra promover un mecanismo integrador dentro de esta área protegida, lo cual permitió obtener recursos financieros para abordar algunas de las necesidades prioritarias establecidas en los instrumentos de gestión del parque nacional Montaña de Celaque (PNMC).

Sin embargo, en el mismo año, el Congreso Nacional vetó el Decreto Ley 57-2009, que daría lugar a la Ley PROCELAQUE, lo cual ocasionó que MAPANCE se convirtiera en la Autoridad para la Protección, Manejo y Promoción del PNMC. Asimismo, en ese año, el ICF, como administrador del Estado del SINAPH, firmó un convenio de comanejo con MAPANCE para el parque.

En 2012, MAPANCE gestionó fondos para la elaboración del Plan de Manejo del PNMC para el período 2012-2024, basado en la normativa de 2009. Hasta la fecha, se considera la revisión de este instrumento de gestión y su adaptación a la nueva guía aprobada en 2014, teniendo en cuenta los hallazgos y las actualizaciones derivadas de los procesos desarrollados, como la regularización en la zona núcleo (ZN).

Flora y Fauna

El parque nacional Montaña de Celaque alberga una variada vegetación, compuesta por grandes coníferas, arbustos y hierbas, que brindan hábitat a una amplia diversidad de especies. Destaca por su riqueza vegetal, con una abundancia de helechos, musgos, bromelias y orquídeas.

Se han identificado 17 especies endémicas de plantas en el área, de las cuales 3 son exclusivas de Celaque, como Oreopanax lempiranus, Rondeletia evansii y Miconia celaquensis, aunque aún existen muchas más por describir.

En cuanto a la fauna, el parque alberga diversas especies animales, entre las que se encuentran el venado cola blanca, el ocelote, el chancho de monte y el pizote. Además, se puede observar una amplia variedad de aves, como pájaros carpinteros, pericos, tucanes y el emblemático quetzal, que se encuentra en peligro de extinción.

También se destaca la presencia de especies endémicas, como la salamandra Bolitoglossa celaque, los anfibios Leptodactylus silvanimbus y Crougastor anciano, las musarañas Cryptotis hondurensis y Cryptotis celaque, y el escarabajo Gema Chrysina pastori.

En los alrededores del parque nacional Montaña de Celaque, se conserva la ancestral costumbre lenca de consumir hongos silvestres, conocidos localmente como "choras". Se estima que se consumen más de 19 especies de hongos en diferentes regiones del parque, siendo las más apreciadas las "Juanillas" (Amanita caesarea), "Canturinas" (Cantharellus cibarius) y "Chequecas" (Lactarius indigo).

Historia

La Montaña de Celaque es un macizo montañoso con una geografía cerrada y pronunciada, cuya edad natural orográfica no se conoce con certeza. Ha sido mencionada en exploraciones colonizadoras españolas y ha servido como hábitat para algunas poblaciones indígenas. A lo largo del siglo XX, se han encontrado diversas piedras y minerales en la zona, y su flora y fauna exhiben una exquisita diversidad de especies.

En 1987, el gobierno de la República de Honduras elevó la Montaña de Celaque a la categoría de Parque Nacional Celaque mediante el artículo de Ley No. 87-87. Este título implica su protección por parte de las autoridades del país para evitar su degradación, lo cual se ve amenazado por la creciente cantidad de caseríos y aldeas que se han establecido en sus alrededores desde tiempos precolombinos.

Lamentablemente, actualmente se observa una preocupante destrucción de la zona de amortiguamiento, especialmente en los alrededores de Monte de la Virgen, Belen Gualcho y varios caseríos como Malcincales, Chimis, Azaharillo, El Cedro y Río Negro. Incluso se ha llegado al punto de que en Chimis, los campesinos han talado árboles en la zona núcleo y se acercan a la cima de la montaña. La supervisión gubernamental es escasa, lo cual se evidencia en la presencia de aves quetzal desplumadas entre Petatillo y Chimis, producto del lanzamiento de piedras por parte de niños y jóvenes que desconocen el daño que causan.

En el sector de Azaharillo, las autoridades locales han autorizado la apertura de carreteras para facilitar la extracción de café, a expensas de la destrucción de la montaña. Lo mismo sucede en Belen Gualcho, donde las autoridades han permitido la ampliación de caminos para la extracción de madera de los bosques de pino en la zona de amortiguamiento.

Desafortunadamente, para las autoridades locales y nacionales resulta difícil evitar esta destrucción, ya que deben caminar de seis a ocho horas para llegar a las áreas afectadas. Actualmente, algunas instituciones y empresas turísticas aprovechan la montaña para actividades turísticas, pero solo operan en las áreas con senderos destinados a ese fin, sin mostrar interés por el resto de la montaña.

Han surgido muchas leyendas en torno a Celaque, como la creencia de que si se cortan frutas en la montaña, la persona que lo hace se perderá. También se dice que en la cima hay una laguna donde un gallo de oro canta y se pueden sacar tamales hirviendo. Además, los historiadores relatan que el Cacique Lempira solía recorrer los alrededores de la montaña en sus justas.

Algunos turistas han perdido la vida al extraviarse, como el caso de Marcell Van Hoeven de Holanda, quien fue dado por desaparecido después de tres meses y cuyos familiares viajaron a Celaque para confirmar su ausencia, dejando una placa conmemorativa en el centro de visitantes al pie de la montañaLa Montaña de Celaque ofrece hermosas panorámicas desde sus alturas en días despejados, desde donde se pueden apreciar pueblos distantes y cascadas, como la caída del río Arcagual que puede ser vista a lo lejos.

En el año 2000, el explorador y escritor German Alfaro se inspiró en esta montaña para escribir el libro "El hombre que amó a la Montaña". Durante sus 18 expediciones a la montaña, Alfaro afirma haber descubierto una caída de agua frente a Chimis con más de ochenta metros de altura.