Templo de Rosalila

El hallazgo arqueológico de Ricardo Agurcia Fasquelle, un hondureño, es el templo maya conocido como Rosalila. Durante la exploración del templo 16 en Copán, el arqueólogo se encuentra con una estructura perfectamente conservada.

 
 

Introducción

Rosalila, un templo con un sistema de nomenclatura similar al Proyecto Tikal en Guatemala, recibió su nombre debido a su tonalidad rojiza, semejante al color del rosal. A diferencia de otros templos que sufrieron daños irreparables, Rosalila fue cuidadosamente enterrado con gran esmero. Evidentemente, los mayas expresaron su deseo de preservar este templo de manera íntegra y sin alteraciones.

Templo de Rosalila

 

Con minuciosidad, los cuartos, molduras y nichos de Rosalila fueron meticulosamente rellenados con lodo y piedras, mientras que sus paneles fueron cubiertos con una gruesa capa de mortero blanco. Rosalila, erigido como el principal santuario religioso en Copán a finales del siglo sexto D.C., representa la muestra mejor preservada encontrada hasta ahora.

Este templo exhibe una decoración rica en mensajes religiosos complejos, abordando temas cosmológicos y destacando la figura de K'inich Ahua, el Dios Sol y patrón divino de los Reyes Mayas.

Historia

En 1989, el arqueólogo hondureño Ricardo Agurcia protagonizó un evento de resonancia global al descubrir Rosalila, un templo que se ha convertido en un hito arqueológico. Este templo, el primer ejemplo de una estructura completa descubierta en Copán, se destaca por su arquitectura y esculturas completamente intactas, ya que los mayas lo enterraron con sumo cuidado antes de construir otra edificación sobre él. Durante su exploración, Agurcia encontró un nicho circundado por piedras de río, que albergaba una ofrenda depositada en el momento de sepultar el templo.

Este lugar sagrado, utilizado para diversas ceremonias, incluido el culto al rey de Copán, K'inich Yax K'uk' Mo', quien simbolizaba al Sol, fue construido por el décimo gobernante de la dinastía maya Luna Jaguar al suroeste de la Plaza de Los Jaguares. Para admirar Rosalila, es necesario acceder a través de la red de túneles, y su denominación proviene del tono rosáceo de su piedra.

Contrario al destino de muchos edificios mayas descubiertos por arqueólogos, Rosalila no sucumbió a la destrucción perpetrada por los antiguos habitantes. Más bien, fue objeto de un meticuloso acto ceremonial al ser enterrado con gran esmero. Cada rincón, moldura y nicho de este templo fue rellenado con lodo y piedras con extremo cuidado, y sus detallados paneles de estuco fueron cubiertos por una densa capa de mortero blanco. Esta capa de mortero aún actúa como protector de las numerosas capas de pintura original que embellecen Rosalila.

Arquitectura

Este edificio, con una estructura de tres cuerpos apilados como un pastel de boda, presenta dimensiones que equivalen, en términos modernos, a una construcción de más de cuatro pisos. El primer cuerpo, con dimensiones de 12.5 por 18.5 metros y una altura de 5.7 metros, tiene su eje principal orientado de Norte a Sur.

El segundo nivel, elevado a 3.7 metros sobre el primero, exhibe una moldura que enmarca su única puerta en el lado Norte. Por último, el tercer nivel, el menos preservado, alcanza una altura de 3.5 metros y tiene una planta de 4.3 por 8.2 metros. Este edificio de tres niveles se conserva en sus cuatro costados, y estadísticamente, se estima que está preservado en un 97%.

La minuciosidad con la que los mayas enterraron la estructura revela sus métodos y criterios para preservar el monumento. Este acto refleja el esmero y cuidado que dedicaron los mayas en su empeño por salvaguardar su legado, proporcionando una ventana al pasado que nos permite vislumbrar la enigmática cultura de este pueblo.

El templo Rosalila no solo es una fuente invaluable de conocimiento científico, al ser único en el mundo maya, sino que su valor trasciende las esferas arqueológicas, arquitectónicas y científicas. Se ha convertido en un símbolo nacional en Honduras, una herencia cultural que llena de orgullo a todos sus habitantes.

Rosalila, con una altura de 12.9 metros y tres pisos, deslumbra como una monumental cartelera precolombina. Los dos niveles superiores exhiben un complejo trabajo artístico religioso del Clásico Temprano. El nivel más bajo consta de cuatro cuartos largos y estrechos, y solo atravesando los tres primeros se puede acceder al cuarto central e íntimo, donde los mayas realizaban ceremonias significativas. A medida que lo iban enterrando con esmero, los mayas colocaron hermosas ofrendas en estos cuartos sagrados.

La base del edificio, de dimensiones 18.5 por 12.5 metros, tiene su fachada principal orientada hacia el oeste. Ubicado sobre la pirámide terraceada de tres metros de altura denominada "Azul", el templo contrasta en tamaño con otras pirámides en Copán, que pueden alcanzar hasta 20 metros de altura.

Como es común en los templos construidos en el eje central de la Acrópolis, las graderías principales se encuentran al oeste, la dirección asociada por los mayas con la entrada al otro mundo, el reino de los muertos, donde el sol concluía su ciclo diario. En la gradería principal, con siete gradas, el quinto peldaño lleva una fecha jeroglífica de dedicación: 21 de febrero del año 571 d.C., cercana al final del reinado de Luna Jaguar, décimo gobernante de Copán.

Función

Las paredes internas del templo estaban ennegrecidas por el hollín, resultado de la quema de incienso y el uso de antorchas, evocando de alguna manera las paredes de antiguas iglesias. En el interior, numerosos artefactos revelaban prácticas religiosas ancestrales. Ricardo Agurcia descubrió siete incensarios de barro con carbón aún en su interior, dos de ellos reposando sobre pedestales esculpidos con la figura de jaguares en piedra.

También halló ofrendas que incluían cuchillos de pedernal para sacrificios, nueve excéntricos elaborados de pedernal utilizados como cetros ceremoniales, envueltos en restos de una bolsa de tela de un profundo tono azul, joyería esculpida en jade, conchas marinas, espinas de manta raya empleadas como perforadores para rituales de sangrado, vértebras de tiburón, uñas de jaguar, así como restos de pétalos de flores y agujas de pino. Algunos de estos vestigios, en particular los incensarios y las flores, evocan prácticas religiosas que aún perduran entre los mayas modernos.

Rosalila, como el santuario religioso principal en Copán durante las últimas etapas del Siglo VI d.C., representa la muestra mejor conservada hasta ahora del arte y la arquitectura maya de ese período. Al igual que las páginas de un manuscrito ilustrado, las fachadas de este edificio están exquisitamente decoradas con mensajes religiosos complejos. Estos temas cosmológicos resaltan la figura del Dios Sol, K'inich Ahau, el patrón divino de los reyes mayas y tocayo espiritual del fundador de la dinastía, K'inich Yax K'uk Mo'.

Los excéntricos

La ofrenda incluía 9 excéntricos, cuchillos de pedernal, 3 conchas marinas, una cuenca de jade y una abundancia de restos orgánicos. Cada uno de los excéntricos presenta al menos el rostro de un personaje, posiblemente un gobernante. En la fachada de Rosalila, se descubrieron grandes mascarones de estuco, los cuales han sido revelados y expuestos con extremo cuidado. Para brindar a los visitantes una experiencia más cómoda, en el museo de esculturas se exhibe una réplica de Rosalila.

Cuando Rosalila fue sepultada, se le rindió un gran homenaje al enterrarla con tal meticulosidad que no solo se preservó su arquitectura, sino también su decoración externa. El tema central de esta decoración es el Vucub Caquix (pájaro celestial), que coronaba la cúspide del universo maya. Los ojos del ave están representados en el centro del segundo nivel del templo, con el pico proyectándose hacia abajo. En el primer cuerpo, sobre y a los lados de la puerta, se representan las alas. Entre las plumas emerge un pequeño medallón con el perfil del rostro del Dios Sol (Kin), rodeado por un cartucho del símbolo "yax".

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Kilo tapias peralta Escobar

Soy el fundador de Corporación KRONOZ, divulgador de ciencia, amante de la naturaleza, y fiel creyente del error y superación del ser humano, “El tiempo es solo una mera ilusión, el pasado, el presente y el futuro, existen simultáneamente, como parte de un rompecabezas, sin principio ni final”.

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