Municipio San Manuel, en el Departamento de Cortés
San Manuel es un municipio con raíces antiguas, ubicado en una de las regiones más productivas y dinámicas de Honduras. Su historia se entrelaza con los primeros asentamientos indígenas, la colonización española y una constante transformación política y social que lo ha definido como uno de los municipios más relevantes del departamento de Cortés.
A pesar de ser menos conocido que ciudades más grandes como San Pedro Sula, San Manuel destaca por su patrimonio cultural, su actividad agrícola, su vulnerabilidad ambiental y su papel estratégico entre ríos y rutas de conexión.
Indice de Contenido
Introducción
Desde épocas precolombinas, el territorio que hoy se conoce como San Manuel tuvo poblaciones indígenas que fueron parte de los repartimientos españoles, siendo conocido antiguamente como “Tehuma” u “Olúa”. Con el paso del tiempo fue adquiriendo importancia como curato, aldeas crecientes, hasta que oficialmente se constituye como municipio en 1859. Este proceso histórico lo ha marcado: su identidad camina entre su pasado indígena, la influencia colonial, y las modificaciones administrativas del siglo XIX y XX que le dieron su estatus moderno.
Geográficamente, San Manuel está situado entre dos grandes ríos –el Ulúa y el Chamelecón– lo que le aporta fertilidad y posibilidades productivas pero también lo expone a riesgos como inundaciones.
Su territorio combina áreas planas, llanuras y algunas zonas montañosas menores, lo cual permite una diversidad económica, agrícola y ambiental. Las características del relieve y la hidrografía hacen que las poblaciones se distribuyan entre cabecera, aldeas y caseríos, con distintos grados de acceso a infraestructura.
Una parte importante de su población vive en áreas rurales, dedicadas a la agricultura, ganadería, cultivos comerciales (como caña de azúcar y banano) así como producción local para consumo. Pero también hay conexiones fuertes con el ámbito urbano, tanto por la cercanía a centros más grandes como por las carreteras que conectan con San Pedro Sula, La Lima, El Progreso y otros municipios. La infraestructura vial, de servicios básicos y pública tiene desafíos y ha sido objeto de planificación para gestión de riesgos.
Finalmente, San Manuel se perfila como un municipio que enfrenta al mismo tiempo oportunidades y retos: tiene recursos naturales, biodiversidad, clima favorable para cultivar, pero también amenazas de inundaciones, deforestación, presión sobre la fauna, y necesidad de fortalecer infraestructura, educación y servicios. Conocer su historia, geografía, clima, flora, fauna y gastronomía ayuda a valorar su riqueza y a identificar caminos para su desarrollo sostenible.
Historia / Datos históricos relevantes
El origen de San Manuel se remonta a tiempos precolombinos, cuando su territorio estaba habitado por comunidades indígenas, en su mayoría de influencia lenca. Durante la época colonial, este lugar fue mencionado como “Tehuma” u “Olúa” y formó parte de los repartimientos de Pedro de Alvarado en 1536. También aparece registrado en 1582 como el pueblo de Tiuma, con tributarios indígenas que sostenían la economía colonial.
En 1859, bajo la presidencia de José Santos Guardiola, San Manuel fue oficialmente elevado a la categoría de municipio. Décadas más tarde, al crearse el departamento de Cortés en 1893, pasó a formar parte de esta nueva división administrativa. En 1895 adoptó de manera definitiva el nombre de San Manuel, consolidando su identidad municipal.
El crecimiento poblacional fue notable durante el siglo XX y principios del XXI. Según el censo de 2013, San Manuel contaba con más de 53,000 habitantes, reflejo del dinamismo de su economía agrícola y de la migración interna hacia sus tierras fértiles. Su proximidad a ciudades como San Pedro Sula y El Progreso ha facilitado el desarrollo, aunque también ha generado una rápida expansión urbana.
Un aspecto recurrente en su historia han sido las inundaciones del río Ulúa, que obligaron en el pasado a desplazar comunidades y cambiar la ubicación de asentamientos como el de Campín. Este fenómeno natural sigue siendo una de las principales amenazas para el municipio, que hoy en día implementa planes de gestión de riesgos para reducir la vulnerabilidad de su población.
Ubicación y Coordenadas
San Manuel se encuentra en la parte oriental del departamento de Cortés, en el norte de Honduras. Limita al norte con San Pedro Sula y La Lima, al sur con Pimienta, al este con El Progreso en el departamento de Yoro, y al oeste con Villanueva. Su ubicación entre los ríos Chamelecón y Ulúa lo convierte en un territorio fértil, aunque también lo hace vulnerable a inundaciones.
Las coordenadas geográficas del municipio son aproximadamente 15.3333° de latitud norte y 87.9167° de longitud oeste. Su altitud es relativamente baja en la mayor parte de la cabecera municipal, aunque cuenta con algunas elevaciones menores en áreas rurales. Esta localización le otorga un clima tropical y suelos ricos para la agricultura, lo que ha determinado gran parte de su actividad económica.
Actividad económica e Infraestructura
La economía de San Manuel se basa principalmente en la agricultura. Los cultivos de caña de azúcar y banano son los de mayor relevancia, destinados tanto al consumo interno como a la exportación. También se producen granos básicos, hortalizas y frutas para el consumo local, mientras que la ganadería bovina complementa la economía rural. Alrededor del 40 % del territorio municipal se dedica a una agricultura tecnificada, lo que le otorga competitividad en la región.
En cuanto a la industria, el municipio no posee grandes complejos fabriles como San Pedro Sula, pero sí cuenta con pequeñas empresas agroindustriales y manufactureras que generan empleo. Empresas locales como Casmul han tenido un impacto positivo en la generación de oportunidades de trabajo. La cercanía a los principales centros urbanos y a vías de transporte estratégicas fortalece el comercio y la distribución de sus productos.
San Manuel dispone de una red vial que lo conecta con ciudades vecinas, facilitando la movilización de personas y mercancías. Carreteras como la Ruta 51 enlazan al municipio con La Lima, Villanueva y la carretera CA-13 que va hacia El Progreso. La mayoría de la cabecera cuenta con servicios de electricidad y agua potable, aunque en las aldeas rurales aún se presentan deficiencias en acceso a agua segura, alcantarillado y servicios de salud.
Los principales desafíos en materia de infraestructura están relacionados con la gestión de riesgos naturales. Gran parte del municipio se ubica en zonas inundables, lo que representa un peligro constante para viviendas, cultivos y caminos. Por ello, los planes municipales incluyen estrategias de mitigación, reforzamiento de bordos de contención y planificación del crecimiento urbano para reducir la vulnerabilidad.
Clima
San Manuel tiene un clima tropical cálido lluvioso, caracterizado por temperaturas altas y una humedad relativa promedio del 82 %. La temperatura media anual ronda los 27 °C, lo que favorece la producción agrícola durante la mayor parte del año. No existe una estación seca muy definida, aunque sí se identifican meses con menor precipitación.
Las lluvias se concentran especialmente entre junio y diciembre, siendo octubre y noviembre los meses más lluviosos. Abril y mayo suelen ser más secos, aunque aún con cierta presencia de precipitaciones. La abundancia de lluvias garantiza suelos fértiles, pero también aumenta la probabilidad de desbordamientos en los ríos y quebradas.
Las variaciones térmicas son leves. En la mayor parte del municipio las noches son cálidas, aunque en las zonas más elevadas la temperatura puede descender hasta los 18 o 20 °C. La cabecera municipal, ubicada en zonas bajas, mantiene un clima cálido constante que influye en las actividades agrícolas y en el estilo de vida de los pobladores.
El principal fenómeno climático adverso son las inundaciones, generadas por lluvias intensas que elevan el caudal de los ríos Ulúa y Chamelecón. Además, en menor medida, se registran sequías estacionales que afectan la producción agrícola. La municipalidad, en coordinación con instituciones estatales, desarrolla planes de prevención para reducir los daños que estos eventos provocan en la población.
Gastronomía
La gastronomía de San Manuel se fundamenta en los sabores tradicionales de la cocina hondureña. Los habitantes consumen tortillas de maíz, frijoles, arroz, carnes de res, cerdo y pollo, así como plátano frito en distintas preparaciones. El pescado fresco, proveniente de los ríos cercanos, también forma parte de la dieta local, especialmente en comunidades ribereñas.
Los productos agrícolas cultivados en la zona enriquecen la mesa de los sanmanuelenses. Frutas tropicales como el banano, la piña, el marañón y los cítricos se utilizan para elaborar jugos, postres y conservas. Asimismo, los derivados de la caña de azúcar, como los dulces y bebidas artesanales, son muy apreciados en el área.
Durante las fiestas patronales que se celebran en septiembre, la gastronomía se convierte en un atractivo especial. Se organizan ferias de comida en las que se preparan platillos típicos más elaborados, dulces regionales y bebidas tradicionales. Estas celebraciones fortalecen la identidad cultural y transmiten las tradiciones culinarias a las nuevas generaciones.
Entre las bebidas más consumidas se encuentran los frescos naturales, los atolillos de maíz y las preparaciones con cacao. En los postres destacan los dulces de frutas, los buñuelos y el arroz con leche. Estas recetas, transmitidas de generación en generación, son parte del patrimonio cultural del municipio.
Relieve, Geografía y Orografía
San Manuel abarca un territorio de aproximadamente 137 a 141 kilómetros cuadrados. Su relieve es predominantemente plano en un 80 %, lo que facilita la agricultura, mientras que el resto corresponde a terrenos quebrados o montañosos de vocación forestal. Esta diversidad geográfica permite distintos usos del suelo y genera contrastes paisajísticos.
Entre sus elevaciones se encuentran cerros y lomas como El Zate, La Tabla y El Encanto, que alcanzan hasta 387 metros sobre el nivel del mar. Estas áreas montañosas concentran parte de la vegetación y se han convertido en refugio para la flora y fauna local. Además, actúan como zonas de recarga hídrica para el municipio.
Gran parte del territorio está compuesto por llanuras aluviales, lo que convierte a San Manuel en un área altamente fértil para la agricultura, pero también muy vulnerable a las inundaciones. Aproximadamente el 70 % de su superficie se encuentra en zonas inundables, situación que representa un reto para la planificación territorial y la seguridad de los pobladores.
Desde el punto de vista geológico, el municipio se asienta sobre formaciones de aluvión cuaternario y rocas terciarias, junto con la presencia de suelos volcánicos y arcillosos. Estos suelos son adecuados para la producción agrícola, pero requieren un manejo responsable para evitar la erosión y la pérdida de nutrientes en áreas inclinadas.
Hidrografía
El municipio de San Manuel está delimitado por dos grandes ríos: el Ulúa al este y sur, y el Chamelecón al norte y oeste. Ambos ríos son vitales para la irrigación de los cultivos, pero también representan el mayor peligro natural por sus crecidas. Durante la temporada de lluvias, estos cauces suelen desbordarse, afectando las zonas bajas del municipio.
Además de los ríos principales, existen varias quebradas que abastecen de agua a distintas comunidades. Entre ellas destacan la quebrada Chasnigua y la quebrada El Plan, que benefician a aldeas y caseríos. Estos cursos de agua son esenciales para el consumo doméstico y algunas actividades agrícolas menores, aunque su caudal puede reducirse en temporada seca.
También se encuentra la laguna de Santa Ana, uno de los cuerpos de agua más representativos de la zona. Estas lagunas suelen tener un uso local recreativo o para la pesca artesanal, aunque su volumen es limitado y depende en gran medida de la época del año.
El uso de los recursos hídricos está acompañado de riesgos. La contaminación por desechos sólidos y químicos agrícolas, junto con las inundaciones recurrentes, son los principales problemas relacionados con el agua en el municipio. La protección de las riberas, la reforestación y el manejo responsable de las cuencas son acciones urgentes para garantizar agua segura y preservar los ecosistemas.
Flora y Fauna
La vegetación de San Manuel está compuesta por especies como pino, roble, guamo, ceibón, laurel y cedro. Aunque muchas áreas han sido transformadas para uso agrícola, aún se conservan bosques secundarios en las zonas montañosas, especialmente en el Cerro El Zate, donde la biodiversidad es más evidente. Los pastizales y sabanas predominan en las áreas planas, producto de la deforestación y la ganadería.
En cuanto a la fauna, todavía pueden encontrarse especies menores como ardillas, conejos, guatusas, tacuazines y una amplia variedad de aves y reptiles. En las zonas menos intervenidas sobreviven poblaciones reducidas de mamíferos y aves migratorias que encuentran refugio en los bosques y quebradas.
El Cerro El Zate se ha convertido en un espacio clave para la conservación de la biodiversidad del municipio. Allí se han realizado estudios que revelan la riqueza ecológica de la zona y se ha propuesto declararlo área protegida. Estas montañas funcionan como corredores biológicos que permiten la preservación de especies animales y vegetales en peligro por la expansión agrícola.
Los principales desafíos de conservación se relacionan con la deforestación, la tala ilegal, las quemas agrícolas, la contaminación de fuentes de agua y el crecimiento desordenado de los asentamientos humanos. Para enfrentar estas amenazas se requieren políticas municipales firmes, proyectos de reforestación y educación ambiental que permitan preservar la riqueza natural de San Manuel.