Ruinas de tenampua

Tenampúa, ubicado en el valle de Comayagua en el centro de Honduras, es un destacado sitio arqueológico perteneciente a la cultura Lenca del periodo clásico temprano mesoamericano. Una de sus notables particularidades radica en la presencia de múltiples montículos de 6 a 15 metros, así como en su interior alberga una fortaleza. Además de su relevancia histórica, Tenampúa se destaca por encontrarse en una zona montañosa de difícil acceso. La región se caracteriza por su abundante vegetación de pinos y un clima fresco, con temperaturas que oscilan entre los 15 y 21 grados Celsius, acompañado de fuertes ráfagas de viento.

 

Indice de Contenido

 

Introducción

Enclavado en el bosque de pinos típico de la región central de Honduras, a una distancia de 57 km al sur del municipio de la villa de San Antonio y a una altitud de 866 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el sitio arqueológico de Tenampúa. Desde este lugar estratégico se puede apreciar una vista panorámica del valle de Comayagua, así como de las montañas circundantes que limitan con el departamento de Francisco Morazán. Fue precisamente por esta razón que los lenca decidieron erigir allí una fortificación precolombina.

Ruinas de tenampua

 

El sitio arqueológico abarca un área de 21 hectáreas y está compuesto por una variedad de montículos, plataformas y una fortaleza con muros que alcanzan entre dos y cuatro metros de altura, cuya base tiene dimensiones que oscilan entre tres y siete metros.

En el interior de la fortaleza se encuentran estructuras piramidales escalonadas de entre 6 y 12 metros de altura. También se pueden observar graderías, antiguos montículos que alguna vez fueron un campo de juego de pelota característico de las culturas mesoamericanas, así como zonas con grabados en rocas y arte rupestre en cuevas cercanas dentro de la misma área.

Desafortunadamente, el sitio ha sido objeto de saqueos constantes durante varias décadas, lo que ha provocado un deterioro considerable en gran parte de las estructuras o su falta de completitud debido al pillaje perpetrado por algunos residentes de la zona. Como resultado de esto, el sitio fue declarado patrimonio cultural en 1997 y actualmente está protegido por guardias para preservar su integridad.

Tenampúa en lengua náhuatl significa “cerro amurallado” porque todo el territorio está rodeado de muros de piedra.

Historia

Poco se conoce acerca de este sitio, excepto que los indígenas Lencas lo construyeron durante el período clásico temprano mesoamericano. Originalmente, tenía como propósito ser un centro ceremonial, pero también se utilizó como refugio. No se sabe con certeza por qué fue abandonado o por qué los Lencas dejaron de utilizarlo para sus rituales religiosos.

Es posible que se haya convertido cada vez más en un refugio y una fortaleza militar debido a las constantes guerras que mantenían con diferentes señoríos, como se evidencia en los restos de murallas encontrados en el sitio. Según los arqueólogos hondureños, la mejor explicación del abandono del sitio es que las aldeas cercanas fueron abandonadas gradualmente por sus habitantes, quienes se establecieron en áreas más bajas, principalmente en el valle, dejando a Tenampúa en el olvido.

En el siglo XIX, el explorador y arqueólogo estadounidense Ephraim George Squier visitó el sitio en 1853 y envió informes y cartas sobre las ruinas a la comunidad de historiadores de Nueva York. Según los testimonios de Squier, las ruinas lo asombraron no solo por su tamaño, sino también por su ubicación en un terreno montañoso, lo cual representó un logro de ingeniería para transportar las rocas hasta allí.

Más tarde, durante la guerra civil de Honduras de 1924, el área que abarca el sitio arqueológico sufrió considerables daños. Se encontraron casquillos de bala y restos óseos de soldados del ejército nacional en algunas partes del sitio poco después de la guerra. En 1948, el arqueólogo Federico Lunardi visitó las ruinas y observó que todavía se podían apreciar varias lagunas y palacios, lo que sugiere que el sitio también tenía áreas de recreación para la élite gobernante y la casta sacerdotal.

En la actualidad, el sitio arqueológico es accesible para el público, aunque su acceso es difícil debido a su ubicación en una zona montañosa y boscosa, considerablemente apartada de las zonas habitadas. Sin embargo, existen guías que se encargan de llevar a los interesados a visitar las ruinas. Durante las investigaciones, se han encontrado diversas cerámicas con grabados y decoraciones exquisitas, puntas de flecha de obsidiana y tallados de jade.

También se han descubierto estatuillas que representan algunas deidades de la mitología Lenca, como Itanipuca, Ilanguipuca e Icelaca, las cuales se exhiben actualmente en museos de Comayagua. Otro hallazgo importante son los restos de los templos cercanos al área, aunque debido al deterioro, actualmente se encuentran derrumbados o reducidos a escombros cubiertos por la vegetación.

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Kilo tapias peralta Escobar

Soy el fundador de Corporación KRONOZ, divulgador de ciencia, amante de la naturaleza, y fiel creyente del error y superación del ser humano, “El tiempo es solo una mera ilusión, el pasado, el presente y el futuro, existen simultáneamente, como parte de un rompecabezas, sin principio ni final”.

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