Lugares turísticos de Lempira
Ubicado al oeste de Honduras, el departamento de Lempira comparte frontera con El Salvador. Gracias, su cabecera departamental, preside esta región. La creación oficial de Lempira se remonta al 28 de junio de 1825, aunque previamente formaba parte del territorio de "Gracias a Dios" dentro de la primera estructura territorial de Honduras en 1536. El departamento toma su nombre en honor a Lempira, el valiente héroe indígena nacido en este mismo lugar.
Indice de Contenido
Introducción
Con una extensión territorial de 4,228 kilómetros cuadrados, el departamento de Lempira se encuentra en la parte occidental de Honduras. Al norte, comparte límites con los departamentos de Copán y Santa Bárbara, mientras que al sur limita con la República de El Salvador. En su frontera occidental, se conecta con Ocotepeque, Copán y El Salvador, y al este colinda con los departamentos de Santa Bárbara e Intibucá. Este departamento fue establecido oficialmente el 28 de junio de 1825.
Los límites territoriales de Lempira se encuentran cercanos a los departamentos de Copán y Santa Bárbara, mientras que al sur limita directamente con la República de El Salvador. Los primeros habitantes de esta región fueron los lencas.
Dada su considerable extensión, siendo uno de los departamentos más amplios del país, Lempira cuenta con un total de 28 municipios. Su población alcanza aproximadamente las 351,000 personas, y la ciudad de Gracias funge como cabecera departamental.
Este departamento se distingue por su enfoque en la agricultura, destacándose en la producción de café, arroz, maíz y tabaco. Además, alberga uno de los bosques más grandes e importantes de Honduras, el Parque Nacional Celaque.
Para aquellos que buscan aventuras acuáticas, las "Aguas termales presidenciales" en el municipio de Gracias ofrecen una experiencia única.
Aguas Termales Presidente
Aguas Termales Presidente te invita a sumergirte en un asombroso refugio, ofreciéndote la oportunidad de relajarte en sus impresionantes aguas termales y crear recuerdos inolvidables junto a tus seres queridos, ya sea en familia o con amigos.
Ubicado a escasa distancia de la ciudad de Gracias, en el Departamento de Lempira, este encantador lugar es perfecto para disfrutar de un placentero baño en sus piscinas de aguas termales y agua cristalina. ¡Una experiencia realmente extraordinaria!
Canopy Extremo La Campa
El Canopy La Campa destaca como uno de los mayores y más elevados de Centroamérica, siendo la opción predilecta para quienes buscan experimentar la máxima emoción. A una distancia de 2 ½ km de La Campa, este emocionante canopy consta de 6 líneas de cable de acero, destacándose como uno de los más altos en toda la región centroamericana.
A solo 20 kilómetros de Gracias, Lempira, se halla este lugar que ofrece una experiencia inigualable, haciéndolo prácticamente imperdible para aquellos que deseen vivir momentos emocionantes junto a familiares o amigos. Incluso aquellos que no se aventuren a participar directamente tienen la oportunidad de disfrutar de la escena.
Fuerte de San Cristóbal
Ubicado en la ciudad de Gracias, en el departamento de Lempira, el Fuerte San Cristóbal se erige sobre una elevación que antaño ocupaba el núcleo de la población de Gracias. Esta localidad, que en algún momento fungió como la capital de la Nueva España y la sede de la Real Audiencia de los Confines en 1544, desempeñó un papel estratégico en la Provincia de Honduras durante la época colonial. A lo largo de las etapas pre-independentista y de la transición federal centroamericana, Gracias mantuvo su importancia como una ciudad clave en la región.
La decisión de construir este fuerte se remonta a 1850, cuando el presidente Juan Nepomuceno Fernández Lindo, también conocido como Juan Lindo, ordenó su edificación en una hacienda de su propiedad. La razón detrás de esta medida fue la amenaza de invasiones provenientes de Guatemala y El Salvador, en el contexto de los conflictos entre conservadores y liberales que marcaron la historia de Centroamérica en el siglo XIX.
Museo Casa Galeano
Ubicado en la región occidental de Honduras, el Centro de Interpretación Casa Galeano o Casa Graciana emerge como un refugio de arte y patrimonio cultural. Esta joya arquitectónica, que desempeña el papel de museo, constituye un destino sorprendente de estilo neoclásico. Aquí, los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en la fascinante historia de la destacada familia Galeano y explorar la cuna lenca de Gracias.
En el departamento de Gracias, Lempira, se erige el Museo Casa Galeano, una destacada obra impregnada de cultura. Su construcción lleva la firma del profesor, biólogo y pintor Alberto Galeano, quien dotó a las instalaciones con un toque peculiar. En la actualidad, este rincón mágico se presenta como el lugar ideal para apreciar una porción significativa de la cultura hondureña y sumergirse en la historia de Gracias. Vale la pena señalar que el museo ofrece información de manera cronológica, abarcando cada etapa vivida en la región.
Parque Nacional Celaque
El parque nacional Montaña de Celaque, conocido como Biosfera Celaque desde 2015, es un impresionante lugar protegido en la República de Honduras. Está compuesto por majestuosas montañas, hermosas mesetas y un exuberante bosque nuboso, siendo además el hogar del punto más alto de Centroamérica. En los últimos años, la UNESCO ha mostrado un notable interés en declararlo Patrimonio de la Humanidad.
Su configuración muestra una característica distintiva: un macizo con pendientes empinadas y casi inaccesibles. Se encuentra ubicado en los departamentos de Copán, Ocotepeque y Lempira, en la parte occidental de Honduras. Las vías terrestres rodean esta imponente elevación y conectan las ciudades de Gracias y Santa Rosa de Copán.
Paseo Guancasco
El encantador Paseo Guancasco se presenta como un pequeño rincón impregnado de cultura, adornado con hermosas lámparas confeccionadas a mano mediante la técnica de telares lencas. Este pintoresco lugar se encuentra en la ciudad de Gracias, Lempira.
Este destino excepcional invita a sumergirse en una experiencia al aire libre en la Plaza San Sebastián, donde la exuberante naturaleza se mezcla armoniosamente con las luces mágicas que iluminan este encantador pueblo colonial.